Martes,
19 de febrero: 4.68 kms en 28:14 a 6:02
por km. Saqué un buen entrenamiento sin que las sensaciones acompañaran.
Jueves,
21 de febrero: 2 kms en 13:03 a 6:31 el
km.
Viernes,
22 de febrero: 2.58 kms en 14:29 a 5:37
el km, 0.92 kms en 5:45 a 6:15 el km, 0.92 kms en 5:23 a 5:51 el km, 1.07 kms
en 8:04 a 7:32 el km y 1.51 kms en 9:45 a 6:27 el km. Hice un rodaje fuerte, el primero, luego otro
más tranquilo el del ritmo de 6:15, otro que me resulto agotador, el del ritmo
de 5:51, después el de 1.07 kms para recuperarme y finalmente un progresivo, el
de 1.51 kms, en el que comencé a 7:20 por km y acabé a 5:44 por km, todos con
un descanso aprox de 3 min, salvo el último que me tome como 8 min que me
vinieron muy bien.
Domingo,
24 de febrero: 2.58 kms en 16:04 a 6:13
el km y 2.58 kms en 16:58 a 6:34 el km. Corrí con cansancio por dormir mal
y no estar en un mejor peso tampoco ayuda.
De
nuevo se puede ver una ligera progresión con ese entrenamiento de 2.58 kms en
14:29 a 5:37 el km, que se convierte en el más rápido sobre esta distancia,
desde que nació la peque.
También
queda claro que me cuesta bajar de 6 el km, por no correr lo fresco que me
gustaría (dormir 8 horas seguidas o 7 seria la leche…) y por no tener un peso
más adecuado para poder llevar en los entrenamientos con más frecuencia ritmos
por debajo de 6 el km.
Cuanto peso???,
91.3 kilos,
estoy clavado ahí, eso quiere decir que el 12
de mayo valdré 48:48 min, 20 segundos más que el record que establecí en
ese circuito en el 2015, siempre y cuando perdiera un kilo por semana, porque
si no; si el 12 de mayo sigo pesando 91.3 kilos, bajaría de la hora y gracias,
siempre y cuando lógicamente siga entrenando. 48:48, sería una gran marca y un
buen punto desde el que en junio o julio atacar mi marca personal, esos 47:13,
así que vamos a por ello¡¡¡.
Cuanto valgo
hoy???, estoy
mejor que hace una semana, así que puedo andar en el rango 1h:02-1h:03. La dieta es inexistente pero el entrenamiento está
ahí, lo cual me permite seguir mejorando semana a semana. Poco a poco se van
viendo mejoras semanales, lógicamente las piernas van recordando el ritmo que
tenían el año pasado y se van fortaleciendo y el corazón se va haciendo también
a los esfuerzos de cada entrenamiento, pura adaptación. Al cuerpo le sigo
poniendo el combustible inadecuado, pero en cuanto le ponga el adecuado se verán
rápidos y grandes progresos, pues para empezar estoy aún a 15 minutos de mi
marca personal, mucho margen de mejora hay aún.
En
las próximas dos semanas creo que por fin veremos un paso adelante y será más
frecuente completar entrenamientos por debajo de 6 el km, sobretodo en 10 o 15
días.
Cuesta
ponerse en forma, pero a favor mío tengo la constancia, que a veces se ve
trastocada por lesiones o fechas que invitan al sobrepeso, sin embargo ahora
precisamente no vienen esas fechas y por suerte y que siga así no hay lesiones,
así que el camino parece despejado para ir subiendo mi nivel, porque la
constancia está ahí, siempre presente y solo interrumpida por lo antes
mencionado.
Estoy
decidido a convertir este 2019 en el mejor de mi historia y es bonito llegar
muy alto desde tan bajo donde ando ahora, muy bonito. Me cuesta mover mi
cuerpo, el peso de más (casi 24 kilos, ahí es nada….) y dormir mal, no ayudan a
tener buenas sensaciones, pero esto no siempre estará presente y cuando se
vaya, seré otro, un tipo ágil y rápido o lo que es lo mismo, un tipo que
disfruta los entrenamientos, entrenando feliz, corriendo feliz.
Ahora
en cada zancada, se mueven todas mis chicholas que me descompensan y me hacen
ser más ineficiente corriendo, en cada zancada siento el peso de mi cuerpo, en
cada zancada siento a ese niño de 7 años (equivalente a 24 kilos), subido a mi
chepa, teniendo que llevarlo conmigo, lastrando mi rendimiento y mi agilidad,
así no hay quien corra y sin embargo lo hago porque quiero ir haciendo más
pequeño a ese niño de 7 años, hasta que ya no lo tenga que llevar ni en la
chepa ni en ninguna parte y sea libre y corra libre de cargas y ese día llegará
y ese día será un gran día.