Jerez, Cádiz, Madrid, La Barrosa, Chiclana,
Coripe-Olvera, San Fernando, Pto Santa María, Los Palacios, Sevilla, Rota,
Roche, León, Gijón, La Robla,
estas ciudades y pueblos son las que me han visto correr siempre rápido (mi
rápido que los lentos también tenemos nuestro rápido y hasta la sensación, como
bien dice Leo, de ir volando a veces) , siempre mas o menos fuerte, buscando
reflejar los entrenamientos que a cada momento hubiera acumulado y ahora Oviedo
se ha sumado a la fiesta, esta fiesta que empezó en el 2006 y que este año
espera que sea su año grande, ya de hecho lo esta siendo.
El Sábado fuimos mi querida mujer
y yo a la fantástica ciudad Oviedo, (lugar en el que nacieron mis abuelos y
ciudad que no solo he visitado mas de una vez alojándome incluso en el famoso y
gran Hotel Reconquista sino que también he trabajado allí y por tanto he vivido
allí), a pasar un bonito y rico fin de semana. A eso de las 12 y media llegamos
al centro comercial del principado que quedaba a pocos kms de la ciudad y visitamos
el famoso IKEA donde hicimos algunas compras, después comimos dentro del centro
comercial en un sitio de esos de comida medio rápida, unas patatas fritas,
pechuga de pollo, ensalada y sándwich de jamón y queso, luego acompañaba a mi
mujer a ver tiendas, me compraba un par de pantalones y después en el Fnac
viendo libros de esto de correr capto mi atención uno nuevo, de hecho el
prologo es de febrero del 2014, llamado Reyes del asfalto y que narra el boom
del running en Estados Unidos (para variar hemos llegado los españoles con 40
años de retraso a este boom, lo digo por el boom actual en nuestro país)
protagonizado por tres atletas norteamericanos cuyos piques les llevaban al
limite de sus fuerzas y les permitieron ser los mejores del mundo, toda vez que
los africanos no se mostraban aún porque el running estaba empezando, no había
sponsors ni para los mejores, pero los africanos siempre han sido los mejores
del mundo y de ahí no los bajara nadie, pura genética. Estos tres americanos se
repartían el triunfo en maratones como Nueva York y Boston y su rivalidad y
este boom americano comprendió la década de los setenta, donde reinaron ellos.
Bonita compra hice.
Después fuimos a otro centro
comercial, Los Prados, ya en Oviedo, porque allí me entregaban el dorsal, la
camiseta, una bolsa de deporte muy útil, un caldo de pollo y un desodorante,
algo mas de lo que dan en otras carreras y es que ya que pagas al menos esta
bien que no se limiten a darte la camiseta y agua, no se que hacer con tanta
camiseta..., a ver si varían. Y ya de allí al hotel al que llegamos cerca de las
6 para descansar un rato. A las 8 toco dar una vuelta por el centro de Oviedo
que ya conocía mi mujer también de un par de veces que hemos ido en plan
turismo pero no pierde su encanto por ello, además nos metimos en algún
palacete que tenia un bonito jardín donde vendían objetos y ropa variada en
plan mercadillo y daban tapas y bebidas que pese a costar 3 euros el conjunto
de tapa y bebida no aprovechamos ya que preferimos ir a cenar a un sitio típico
cerca de la famosísima calle Gascona, calle llena de sidrerías y lugares para
cenar o tapear. En este caso cenamos sentaditos, me gusta mas que estar de pie,
unas croquetas y unos riquísimos y sanísimos chipirones a la plancha y de
postre como no podía ser de otra manera cayo un arroz con leche. Después paseíto
para bajar la comida y a las diez y diez ya estábamos en el hotel tan a gusto
para descansar y ver una peli, luego Blanca se quedo dormida y yo me quede
leyendo mi libro recién comprado de los Reyes del asfalto para irme ambientando
de cara a la carrera que tenia al día siguiente. A la 1 de la mañana ya estaba
en la cama listo para dormir. El reloj del móvil se encargaría de avisarme a
las 7:45, ya que es muy moderno ese móvil y hace automáticamente el cambio de
hora, no como el mío...jajaja.
A las 7:15 me desperté y a las
7:45 me levante de la cama, fui al baño, desayune allí dos pequeñas palmeras de
chocolate, un pequeño cruassant relleno de chocolate, un par de galletas
pequeñas de chocolate y un rico capucchino, luego me duche allí, me vestí de
gala allí y leí allí un rato mas Reyes del asfalto. Muy cómodo aunque no lo
parezca ya que el baño tenía balcón con lo que entraba mucha luz y era amplio.
A las 9:20 salí de la habitación mientras mi mujer seguía durmiendo
placidamente y a las 9:35 llegaba andando a la calle de la salida, no calenté
nada en el tramo hotel-salida y con los 10 grados algo de frío sentía pero era
una sensación mas de fresco que de frío incomodo ya que no había nada de viento
y ya lucia el sol. Así que una maravilla de día, de hecho tendríamos unos 12
grados cuando se dio la salida y nada de viento en toda la carrera.
Con casi veinte minutos de
antelación, raro en mi, llego a la salida y me quedo disfrutando el ambiente,
me cruzo con una compañera de José Manuel (Raquel), muy maja ella y me comenta
que José me andaba buscando, ella solo me conocía del blog, que cosas mas
curiosas, así que mientras hago unas rectas en plan sprint cerca de la meta
echo un ojo a ver si veo a José y no es hasta que ya me sitúo con los de atrás
cuando lo veo y charlamos un rato, le digo que voy a intentar hacer 24 minutos
en los primeros 5 kms y luego 26 en los siguientes 5, sabedor al ver el perfil
de la carrera, que la segunda parte es mucho mas dura que la primera; me dice José
que no me lance tanto y le indico que finalmente me guiare por sensaciones pero
comencé lanzado, jajaja.
A las 10 de forma puntual suena
el disparo, José decide empezar mas tranquilo y yo en los primeros pasos al darme
cuenta que ese ritmo no me llevara ni a ir a 5 min el km, decido tirar fuerte.
En los primeros metros de la Calle Uria
tengo que andar frenándome, adelantando gente en zigzag, en fin que así no
puedo seguir así que opto por subirme a la acera, que no recortar, pues es línea
recta y voy encima de la acera opuesta a la curva, así que mas que acortar iba
a alargar y así sucede en la primera curva, que hago por el exterior con
algunos metros de mas. Lógicamente es complicado correr bien y cómodo y voy todo
el tiempo buscando huecos porque en este primer kilómetro y en los siguientes
no hago mas que adelantar gente. Así llego a la primera cuesta que hay poco
antes del Hotel Reconquista de unos 250 metros que se deja sentir pese a ir uno
fresco con una pendiente media del 3.9%, (la pendiente media de la Calle Unicef en León que es la
subida mas exigente de las carreras de asfalto de León tiene 230 metros y una media
del 3.6% ) para enseguida pasar por delante del Hotel Reconquista completando
el primer kilómetro en 4:56, la cuesta y
el ir adelantando gente en zig-zag y frenándome en algún momento me han hecho
perder 11 segundos respecto a mis planes, ya veo que será complicado bajar de
50 minutos y esto no ha hecho mas que empezar, pero sigo a lo mío luchando.
Sigo sin parar de adelantar gente
con cierta facilidad, cuando recién pasado el km 2 que me ha salido en 4:59, se
me desata el cordón de una zapatilla con lo que paro a atármela con la
consiguiente perdida de tiempo de unos 15-18 segundos, ya que ato con doble
nudo y hay que frenar y arrancar de nuevo. Un desastre pero bueno, enseguida me
pongo a tirar y llego a contactar con la gente con la que iba antes del
incidente y sigo pasando gente con cierta facilidad, tomo como referencia a uno
de pelo pincho, así sigo avanzando y paso por el km 3 en 14:56 y parcial de 5:01,
en plena calle Uria, es decir estamos pasando de nuevo por la salida pero esta
vez en vez de girar a la izquierda por la calle de la Independencia
giraremos a la derecha por Melquíades y de nuevo cuando sigo al pelo pincho con
todo controlado se me vuelve a desatar esta vez la otra zapatilla, que artista
soy y de nuevo a perder 15-18 segundos en frenar, doble nudo y arrancar con la
consiguiente perdida de ritmo, ya si que no lograría llegar al grupo del pelo
pincho que no volvería a ver, pues ya si que estoy con la gente de mi ritmo.
Llego al km 4 en 4:59, este
kilometro ha tendido a ser ligeramente de bajada de ahí que con parada y todo
los parciales sean buenos pero a partir de aquí todo se complicaría pues a 300 metros del kilómetro
cinco en plena calle Postigo Alto hay que salvar una rampa de solo 70 metros pero del 9.5%
para tras un descansillo de 100
metros seguir avanzando por la Calle Padre Suárez con una
ascensión de 200 metros
continuada al 6.1%. Mientras estamos en los primeros 150 metros de esta
primera gran ascensión que me rompería del todo cualquier opción de bajar de 50
minutos pasamos por el km 5 que hago en 24:55 a 4:58, mantengo la fuerza en la
zancada pese a la subida y me cebo un poquillo adelantando a algunos hasta que
miro el pulsometro y veo que ya estoy en 180-183 pulsaciones y como no quiero
sufrir decido controlar y bajo ritmo con lo que la gente me empieza
automáticamente a adelantar además coincide que nos dan agua y en plena subida
estar bebiendo agua y echándomela por la cabeza a ciento setenta y muchas
pulsaciones complica mantener un ritmo exigente y por eso me van adelantando
por primera vez en la carrera unos pocos. Tras esta subida casi permanente de 470 metros al 5.2% que
contiene un descansillo de 100
metros, toca bajar ligeramente unos 430 metros para en pleno
tramo del km 5 al 6 tomar una pendiente constante de medio kilómetro al 5.1 %,
la mas dura de toda la carrera y a cuya mitad esta situado el km 6 que ya
recoge estas ascensiones con lo que el kilómetro se me va a 5:28 para un total
de 30:23, 23 segundos por encima de lo previsto quedando aun una subida
exigente no era una buena noticia pero ni me fije en ese parcial, seguí a mi
rollo, controlando pulsaciones y siendo adelantado por gente, no mucha pero si
constante.
Antes de llevar 400 metros de este km 6,
coronamos la gran subida, el tourmalet de la carrera en la Plaza Gesta (la verdad es que
es toda una gesta subir esta cuesta) pasando pegados a la parroquia de San
Francisco de Asís y como hemos subido tanto toca bajar, así que el perfil
tendera a ir hacia abajo desde el primer tercio del km 6 hasta el km 8, pasando
el km 7 con parcial de 5:36, que no se si en realidad hice algunos segundos
menos reales, lo cierto es que a partir de aquí la diferencia entre mi Google
Earth y los puntos kilométricos que puso la organización tuvieron una variación
mayor que como íbamos hasta el km 6, que iban clavando mi Google con sus puntos
kilométricos, pero daremos por buenos esos 5:36 porque también es cierto que
fue un kilómetro de los mas exigentes. En este kilómetro con tanta subida y mi obsesión
por regular, regule en exceso, me dormí un poquillo y cuando me quise dar
cuenta iba a 173 pulsaciones, es decir “despacio” con lo que enseguida volví a
tirar para situarme en 177-179 que eran las pulsaciones que me permitía salvo
que fuera subida. En general durante la carrera cuando tocaba subir me ponía en
183-184 pulsaciones con lo que me frenaba automáticamente para intentar que
bajaran algo y si tocaba bajar no necesitaba tanta pulsación y por ello me
dejaba llevar y así fui toda la carrera, lo cual me permitió no sufrir.
Del km 7 al 8 vamos bajando, es
en bajada con tan solo un tramo de subida de 140 metros al 2.5% y otra
ligera subida de 75 metros
al 3.6% y transcurre este kilómetro por la Avenida de Galicia, Calle Cervantes, pasamos de
nuevo por delante del Hotel Reconquista para finalmente llegar por tercera vez
a la Calle Uria
pero esta vez en sentido contrario y en esta misma calle esta el km 8 que
completo en 4:50, se ve que aproveche bien la bajada y adelante a unos cuantos,
que en las subidas me dejaban atrás.
Tras avanzar durante 140 metros por la calle
Uria giramos a la derecha y toca subir de nuevo por la Calle Conde de Toreno, pegados
al parque San Francisco por el que pasamos varias veces por su perímetro a lo
largo de estos 10 kms. Este pulmón de Oviedo se puede decir que era como el
centro del circuito. Los primeros 900 metros de este penúltimo kilómetro tenderán
a ser de ligera subida con un tramo de 75 metros al 3.8% y otro
tramo de 175 metros
al 4.1% que son la puntilla, por si quedaba alguna opción de bajar de los 50
minutos, además uno ya va mas justo y estas subidas se notan mas. En este penúltimo
kilómetro, de nuevo algo exigente, quedaron enterradas mis opciones con un
parcial de 5:26 y es que quise de nuevo regular porque estaba de nuevo en
182-184 pulsaciones subiendo las cuestecillas fuertes y mas a estas alturas que
se hacían mas duras. Podía tirar más y llevar más arriba las pulsaciones e
incrementar mi ritmo y no habría tenido problema de llegar a meta seguramente
muy cerca de los 50 minutos, pero sufrir a estas alturas no tenía sentido
cuando adelgazando o entrenando más puedo mejorar estos ritmos en el futuro y
esa fue mi filosofía durante toda la carrera a la hora de encarar las subidas,
en bajadas lógicamente me dejaba llevar y tiraba bien.
En el tramo del km 9 al 10
pasamos pegados al arco de meta con lo que veo a Blanca y parece que la cámara
no le va muy bien, la saludo sin pararme y voy fuerte adelantando gente, en
este kilómetro lo que se sube se baja, queda comido por servido y así avanzo
por el ultimo kilómetro y me adentro en los últimos 500 metros en la especie
de triangulo que forman las calles Fruela, Pozos, Ramón y Cajal y San Francisco y que
desemboca en la Calle Uria
donde esta la salida y la meta, pero antes de llegar a la
Calle Uria bajamos durante 90 metros por la calle
San Francisco con pendiente media favorable del 3.2% lo que me permite terminar
rapidito pero frenándome algo ya que el suelo esta mojado porque algún
iluminado ha decidido regarlo y como el suelo es de adoquín había alto riesgo
de caída, de resbalón. Tras bajar con éxito y sin caerme llegamos a la
Calle Uria, veo el crono y ya se que tengo
la marca personal en el bolsillo así que sin prisa y sin pausa me doy el lujo
de perder un par de segundos para saludar a distancia a mi mujer y para la foto
que luego me dijo que no me pudo sacar. Tras estos breves segundos que regalo, sigo
ya hacia la meta, dedo en alto y feliz entro en meta con un parcial de 4:40 para
un kilómetro, gracias a que los últimos 360 metros son de bajada
con una pendiente media del 2.5%. (calculado por el ritmo que llevaba en este
ultimo kilómetro ya que la carrera me dio 10045 metros y por
tanto a esos 4:40 habría que añadir los 45 metros adicionales). Es
el kilómetro más rápido que hago, lo que demuestra que pese a tanta subida
rompe ritmos he sabido dosificarme bien y llegar con fuerzas al último kilómetro.
Tras pasar por el arco de meta y
ponerme a caminar me da por mirar hacia atrás para ver si veo a mi mujer y
enseguida veo que a unos segundos de mi llega José que en la Media de León me saco unos 3
minutos, en este caso le he sacado yo segundos debido a que empecé muy fuerte y
el se ve que prefirió empezar tranquilo y luego fue poco a poco dándole caña.
Si la carrera es más larga y con más cuestas me come aunque lo cierto es que
nunca me vi con problemas físicos o faltos de fuerzas, no me vi nunca perdiendo
fuelle, si lo perdía era en las cuestas y era intencionado no porque no pudiera
tirar más, sino porque no quise, la prueba es que mi último kilómetro fue el
más rápido.
José pensó que las cuestas me perjudicarían
mas pero las he sabido gestionar y si no llega a ser por los cordones y por mi
recelo a la hora de darlo todo ya que fui regulando no como en la Media de León que hice los últimos
kms con el corazón a lo que daba, podría haber bajado de 50 minutos con cuestas
y todo pero cambie una carrera sin sufrimiento por una carrera que me habría
dado el sub 50 pero sufriendo, tampoco es que haya ido de paseo pero sufrir, lo
que se dice sufrir no sufrí porque me dosifique controlando las pulsaciones y las
piernas en todo momento respondieron, de hecho de piernas iba sobrado y con muy
buenas sensaciones. Y aun dosificándome y aun con las cuestas y aun con las dos
paradas para atarme los cordones, he conseguido mejorar mi marca personal en
poco mas de 30 segundos. Otra marca del 2011 ya es historia.
En Resumen:
Domingo, 30 de marzo: 10045 metros en 50:50
a 5:03 por km, 177-189, nivel 13.
Puesto 758 de 1147 corredores lo
que me sitúa en el 66.08 % del pelotón. Esta costando llegar a la mitad, al
50%, pero no hay que olvidar que hace nada ocupaba el último puesto, vamos a
ver si logro en la próxima carrera por fin alcanzar a la mitad.
Luís acertó el tiempo que iba a
lograr, no es que lo acertara es que el tío lo ha clavado, que curioso, te
consultare para futuras carreras, jajaja. Según mi crono hice 2 segundos menos
pero tendremos en cuenta el tiempo de la organización que para ello maneja
chips y también daremos como validos esos 10 kms aunque le sobren 45 metros, nunca nos
pondremos de acuerdo, yo para mis archivos como siempre seguiré mi Google
Earth. Aun así, como es homologada al igual que la Media de León y no hay
muchos metros de diferencia daré como buenos esos 50:50 para 10 kms.
Como digo si no se me hubieran
desatado los cordones dos veces que son como 35 segundos en total de perdida y
si no me hubiera retenido a nivel cardio, pues salio una pulsación menos de
media que la de entre culturas de febrero donde también fui conservador y cinco
menos que los 10 kms que hice a finales de noviembre del 2011 que arrojaron un
resultado de 51:23 que era record personal de aquel momento, donde tuve
pulsaciones máximas de 202 y no me corte a la hora de tirar, habría bajado de
50; es mas simplemente con haber hecho el tramo del km 8 al 9, 16 segundos mas rápido
y no parar con el tema de los cordones lo habría logrado, pero me conforme con
la marca personal y tuve algo de mala suerte. Tiempo hay para seguir robando
tiempo al tiempo y ya tendré mas oportunidades de bajar de los 50.
Hablando de tiempo, el tiempo fue
magnifico, ni frío, ni calor, con un sol radiante todo el tiempo, con doce
grados de salida que llegando acabarían siendo 14 o 15 y nada de viento, una
maravilla de tiempo. Día en definitiva de 10 en todos los sentidos y trayéndome
de Oviedo otra marca personal bajo el brazo, bonita, muy bonita ciudad para
haberlo conseguido.
Tras llegar a meta y charlar un
rato con José que está casi en su mejor momento de forma, nos reunimos con
Blanca que se la presente, luego foto de rigor y después despedida de el y su
amiga Raquel, muy buenísima gente, una chica encantadora como tendría que ser
todo el mundo, pero bueno, así es la vida. Pille un powerade, un capucchino y
al hotel. De bebidas seguro que nadie se quedo sin nada. Había suficientes.
Como punto negativo, hubo mucho
recortador, la gran mayoría; de hecho éramos muy pocos los que hacíamos las
curvas sin subir a la acera para recortar. En los grupos en los que iba de 15 o
20 que pasábamos por allí, solo tres o cuatro hacíamos las cosas bien y el
resto a recortar, supongo que unos lo hacían inconscientemente, sin pretender
hacer trampa y otros si que buscarían engañarse a si mismos. Esto de los
recortes aquí si que lo vi descaradamente en varios tramos, siempre que había
oportunidad allá que iban. A mi me da igual realmente salvo que se tratara de
hacer podio o ganar una carrera pero es curioso como se muestra en una simple
carrera la pillería de la gente en general que se puede extrapolar a otros
campos. Dime cuanto, como y con que intención recortas y te diré quien eres.
Que feas están las trampas intencionadas.
Cambiando de tema y hablando de
ritmos, me salen solo dos segundos menos por km en esta carrera que la que hice
en febrero de entre culturas de 9.6 kms. Aquí en Oviedo, salio una pulsación
menos, hubo mucha cuesta que rompe todo porque bajando pude ir a 4:45-4:50 y
subiendo me fui casi a 5:30 y es que bajando uno se va un poco frenando para no
darse un carajazo. Así que aunque el recorrido entre pendientes positivas y
negativas quedo comido por servido, la realidad es que lo que se sube no se
recupera en las bajadas. En llano no habría tenido problemas en mantener un
ritmo alegre de 5 min por km y al final tirar bien y hacer una marca de 49:45 o
49:30 más o menos. Así que comparando la carrera de entre culturas con esta,
tenemos cuestas frente a la altura, dos handicaps distintos que restan tiempo
en una carrera. Cuestas de Oviedo frente a una altura de mas de 800 metros de León
frente a los poco mas de 300
metros de Oviedo. Es complicado comparar y sacar
conclusiones pero quiero creer, me conviene creer que estoy algo mas en forma
ahora que a principios de febrero, curiosamente ambas carreras las he
completado exactamente con el mismo peso y en esta de Oviedo peso casi seis
kilos mas que la que hice en el Pto de Santa María. Cuando realice mi ya
antigua marca personal del 2011, de 51:23 pesaba 79.1 kilos y actualmente estoy
en 85, como digo casi seis kilos de diferencia, casi nada. Espero que con seis
kilos menos no siga rondando estas marcas porque de ser así se me van a caer
todos mis mitos y creencias respecto al rendimiento con más o menos peso.
De cualquier forma estoy como un
tiro, las escasas series que he hecho me han venido muy bien para estar así y
aunque no puedo decir aun que estoy en mi mejor momento desde el 2006 porque
tengo que mejorar algunos buenos entrenamientos que hice a finales del 2011 y
primer mes del 2012, si que estoy a las puertas de mi mejor momento de forma y
con 85 kilos, ahí es nada...quien me lo iba a decir. Me sobran 13-15 kilos, si
me los quito, meto mas kms, mas series y sigo con continuidad puedo conseguir
mis objetivos de este año, este mismo año, pero hay que hacerlo porque el papel
lo soporta todo. Si no pierdo nada de peso o dos o tres kilos y sigue la
continuidad, lo único que conseguiría de aquí a diciembre como bien dice
Epicteto serian unos 47 minutos en 10 kms que esta muy bien pero no me conformo
con eso y me gustaría llegar a mis objetivos y así poner la guinda a este 2014
que aun esta en sus primeros compases. He mejorado unos 12 minutos en 10 kms
desde octubre y he perdido 8 kilos, si vuelvo a perder unos 10 kilos mas, que
puedo porque me sobran, pasan otros 6 meses y sigue la continuidad, todo apunta
a que este mismo año podré romper la barrera ya no solo de los 50 minutos, que
hay que hacerlo, de los 45 que también llevara su gran esfuerzo y trabajo sino
que tendría opciones de romper la de los 40 minutos, pero será todo menos
fácil, eso esta claro, si es que al final se consigue que lo conseguiré, en algún
momento del futuro salir saldrá. Me he venido arriba, no??? ,jajaja, no es para
menos.
Tras la carrera toco volver al
hotel, ver en la tele brevemente como Alonso iba quinto, duchazo y a dar con mi
mujer otra vuelta por el centro de Oviedo, esta vez de día con gran ambiente en
las calles por estar completamente soleado y unos 18 grados, vamos que yo iba con jersey y listo
porque no hacia nada de frío. Mientras íbamos paseando contemplamos varios
grupos de gaiteros y gaiteras, cada grupo por diferentes calles, tocando
diferentes estilos y músicas con sus gaitas y sus trajes, todo un espectáculo,
pura fiesta, también estuvimos por el mercado viendo puestos de comida y de
ropa que había para dar y regalar, hasta que a las 2 fuimos a comer al Asador
de Aranda. Mi mujer comió un buen chuletón de buey y yo un cuarto trasero de cochinillo
asado en horno de leña, que es la especialidad de la casa, todo riquísimo y
aderezado con una muy bien aliñada ensalada y sus patatas fritas, puro lujo.
Después de comer dimos un breve paseo para bajar la comida que aproveche para
comprar una riquísima palmera de chocolate de recuerdo y para comérmela, jajaja.
Después pillamos el coche y a León de vuelta a descansar.
Así que fin de semana muy a gusto
y completo, con cena en casa de los grandes Alberto y Bea, con Sara y Blanca,
donde tras un aperitivo de aceitunas ricas, estos Alberto y Bea si que
saben...y patatas fritas, cenamos unas como siempre exquisitas hamburguesas del
Peggie Sue, no hago mas que hacer publicidad a todo el mundo, a ver si me pagan...
y de postre tomamos unos ricos brownies.
Desde luego para la carrera
durante la semana y el finde cuidarme no me cuide nada, así que esa marca personal
es hasta milagrosa y vale su peso en oro, oro puro, del bueno. Como me de por
cuidarme que tiemble León...bueno solo unos pocos, jajaja, de momento estoy muy
feliz con mi estado de forma, con esas marcas que van pasando de ser anuales a
ser personales y con mi forma de correr tan cómoda y fluida que me hace ir rápido
casi sin darme cuenta. El año pasado, sobre septiembre u octubre, solo un kilómetro
a estos ritmos me dejaba completamente exhausto y ahora soy capaz de encadenar
10 seguidos. Maravilloso. Ahora un kilómetro en 4:30 me deja cansado, tampoco
exhausto y pronto se que podré encadenar 10 seguidos a 4:30, espero que antes
del verano.
Definitivamente estoy de vuelta
tras aquel gran final del 2011. Empiezan a caer mis marcas personales, empiezo
a recorrer un camino que había olvidado y todo será a partir de ahora como
nuevo, como un mundo por explorar.
Hay que seguir así, que nadie me
despierte de este bonito sueño, bonito camino que ya he emprendido. Estoy sin
duda alguna en la cresta de la ola, ahora lo complicado será mantenerse, es lo
que toca ahora mantenerse.