Muy buenas¡¡¡, se acabaron las
vacaciones, se acabo lo bueno pero que nos quiten los bailado y que toco
bailar???, un viaje por la Selva Negra,
Alsacia y Flandes.
Llegamos el día 11 de julio a
Frankfurt a las 10 de la mañana. En el aeropuerto debía esperarnos Mapa Tours
pero allí no había nadie, tuvimos que llamar para que nos vinieran a buscar,
pues se llevaron a un grupo de 4 y a nosotros allí que nos dejaron por salir
algo mas tarde por el retraso de nuestras maletas. El transporte del aeropuerto
al hotel lo subcontrataron con una empresa pirata, como lo oís, lo que vienen
siendo unos particulares, hasta el chofer tenia allí el carro del bebe y ni
rastro de un letrero pintado en la furgoneta que dijera mapa tours, ni siquiera
en el salpicadero de esos de poner y quitar, por allí estaban bien presentes
los de Travelplan enseñando su letrero, estos apenas nos lo enseñaron de extranjis
y es que los de Travelplan ni los conocían, como los van a conocer si no
enseñan el letrero bien enseñado porque son piratas, en fin...olvidaros de
viajes con Mapa Tours, hacerme caso.
Frankfurt, uhmmm que buen sitio
para comer salchichas, pues no, no me gustan las salchichas así que no cayó ni
una. La ciudad conserva su centro histórico, lo han reconstruido, ya sabemos
que de la Alemania
anterior al siglo XX queda más bien poco tras las dos guerras. También tiene
unos cuantos edificios modernos. Pasamos allí un solo día, así que suficiente
para lo que hay que ver:
Al día siguiente en autobús fuimos
a Heidelberg, ciudad realmente bonita situada a orillas del río Neckar y
rodeada de bonitos árboles, además contenía grandes mansiones de hermandades
donde viven los hijos de gente rica mientras estudian en la Universidad más
antigua de Alemania, situada precisamente allí. Son como internados a lo bestia.
Esta ciudad además tiene un bonito castillo del siglo XIII, con nuevos añadidos
en el siglo XVII, como curiosidad contiene un gigante barril de vino, del año
1750 que se conserva en perfecto estado y que tiene 7 metros de ancho por 8.5 metros de largo y
puede contener 222.000
litros ,ahí es nada. También en Heidelberg destaca un
puente del siglo XVIII, la catedral mas antigua del país y la calle peatonal mas larga de Alemania,
llena de tiendas de moda, restaurantes y heladerías, si, si cayo un helado,
como no¡¡¡ y bien rico, (que nos pagamos nosotros, apañados estábamos si dependíamos
de Mapa Tours), la comida pésima ya que el guía de Mapa Tours nos llevó a un
restaurante concertado (lo dicho, olvidaros de viajar con Mapa Tours). De
primero una crema caliente, hay que joderse porque por allí también apretaba el
calor, aunque no tanto como en España, de segundo salchichas cutres y quemadas
con patatas quemadas, una mierda pinchada en un palo, pues eso. El postre no lo
recuerdo, jajaja, mala señal...y mas o menos así fueron las comidas y cenas,
con pescados insípidos, con kitsches, hasta tres, que aprobaban raspado. Toco
comer salmón en mas de una ocasión en diferentes comidas o cenas, al igual que salchichas
y purés, además de ensaladas, todo muy dietético eso si, así que me daba buenos
desayunos para compensar a base de bollería, cruassants y nocilla y es que por el menú de 10 euros que esta
gente contrataba a mucho no se podía aspirar, solo a disfrutar de ese buen
desayuno buffet.
Luego fuimos a Baden-Baden, lugar
de veraneo de las grandes fortunas de la zona, destacan sus aguas termales que
no nos dio tiempo a probar y ni ganas con el calorcillo que hacia, que no era
mucho pero suficiente. Ese día había una feria-concurso de coches antiguos,
desde 1901 a
los años ochenta, había todo tipo de coches, grandes marcas y modelos, de
diferentes años y los coches no solo estaban allí expuestos y quietos si no que
los conducían sus propietarios orgullosos y fardones, la mayoría disfrazados de
época y les hacían tocar la bocina. No saque fotos, los coches me dan bastante
igual y además estuvimos un rato viendo el desfile de coches, como se iban
moviendo por allí hasta que percibí que el humo que echaban era bastante molesto
y nos piramos a otro lado. Esta ciudad mas allá de que tiene un casino y un
bonito jardín bien cuidado, no tiene nada muy atractivo turísticamente pero
cayo otro helado, jajaja. Y eso si los árboles de aquel jardín no estaban mal.
Después de la visita breve de
Baden-Baden, de un par de horas, fuimos a Estrasburgo, ciudad que me encanto y
que vale la pena ir por allí con su gran catedral, su canal coqueto, con
compuertas porque había diferentes niveles de agua, tipo Canal de Panamá o Río
Rhin y bonitos y floreados edificios medievales a lo largo de su margen. Nos coincidió
el día 14 de julio allí (fiesta nacional francesa) con lo que pudimos disfrutar
de unos fuegos artificiales fantásticos, al mismo tiempo que veíamos un espectáculo
de luz y sonido sobre la Catedral. Hubo
desfile militar y todo pero no era plan de estar allí parados viendo solados
vestidos de otras épocas desfilando. Allí estuvimos tres noches.
Desde Estrasburgo fuimos de
visita a Friburgo, un bonito pueblo con su catedral, un mercadillo situado a
los pies de la catedral, con sus frutas y verduras variadas y con muy buena
pinta y puestos donde entre otras cosas vendían barcos de vela porque la ciudad
en varias zonas esta recorrida por pequeños canales de agua, de 30 o 40 cms y que
su función antiguamente era la de tener agua a mano si había algún incendio ya
que evidentemente todas las casas eran de madera. Destaca el edificio del
ayuntamiento, la casa de la
Ballena, la casa Wenzinger y una bonita torre con su reloj.
Pequeña pero bonita ciudad con encanto, si señor¡¡¡.
De ahí fuimos al Lago Titisee, en el corazón de la Selva negra, donde comimos con vistas al lago. El lago esta rodeado de fantásticos abetos, todo muy frondoso y realmente bonito. Estuvimos una hora viendo las diferentes tiendas de recuerdos para el turismo que había por allí, al igual que restaurantes que había unos cuantos. La mayoría de tiendas vendían relojes de cuco, típicos de esta zona, muy currados, curiosos y caros, aunque por 300 euros te podías ir con uno que valiera la pena, además por allí había alguna heladería (cayo helado, jajaja) y un bollo raro que tire a la basura, no me convenció, tenia crema dentro y con la calorina solo podía ir a peor así que lo mejor fue desprenderse de el. Si hubiéramos ido directos al hotel podría haber caído porque tampoco estaba mal del todo, yo creo que es que andaba algo lleno ya,jajaja.
Luego fuimos a Triberg para
observar las fantásticas cascadas en un entorno lleno de abetos, fantástico,
luego al pueblo donde sobretodo había tiendas de regalos, vendiendo sus relojes
de cuco, muy currados, mejores que en el lago; de hecho es el mejor lugar de la
zona para comprar un reloj de cuco. Cayo helado, jajaja, de chocolate, no voy a
variar, jajaja.
De vuelta en Estrasburgo, pasamos
la noche allí con lo que disfrutamos de sus calles por la noche una vez más.
Y de allí a La Ruta del Vino de Alsacia
donde paramos en un par de pueblos fantásticos, increíbles: Ribeauville y Riquewihr.
Parecía que uno estaba metido en un pueblo de los de Asterix, todas las casas
estilo medieval, con esas construcciones típicas alemanas y francesas de
aquella época, el suelo empedrado. Increíble.
Para terminar en Colmar donde nació el creador de la estatua de la libertad y de hecho hay una replica en una rotonda de esta ciudad de unos 12 metros y 3 toneladas de peso que se creo con motivo del 100 aniversario del fallecimiento del creador de la misma, así que solo tiene 11 años esta estatua (foto que pille de Internet, no me dio tiempo a sacarla cuando íbamos en bus y nos la enseñaron, jajaja, que cutre soy).
La ciudad de Colmar tiene también
un bonito centro histórico con sus casas de colores medievales, todo muy bien
cuidado y limpio, lleno de restaurantes, tiendas y alguna que otra heladería,
cayó helado.
Tras dejar atrás Colmar fuimos a
Luxemburgo donde llegamos a las 8 de la tarde, pensé que me sorprendería mas
pero no fue así pese a sus fortificaciones medievales, sus palacios, la Catedral de Santa Maria, la Plaza de armas o el Palacio
Gran ducal, sus imponentes puentes y lo curioso de ver una ciudad a dos
niveles, con buenas cuestas.
El hotel pese a ser de 4
estrellas dejaba mucho que desear, solo levantarte de la cama entrabas en el
baño, la puerta del baño estaba como a medio metro de mi cama, tal cual y las
camas serian de 80 cms o menos y para colmo alguno de los que venían en nuestro
grupo le toco una habitación sin aire acondicionado y casi tuvo que dar gracias
por que le pusieron ventilador, encima era la habitación del veterano del
grupo, un hombre de ochenta y tantos años que tampoco es que estuviera lleno de
energía, casi lo contrario, un tipo majo que le gustaba el ciclismo y el
atletismo, se sabia todas las marcas y lo veía todo, vino con su mujer y su
hija de unos cuarenta y pocos. El hombre además para colmo era caluroso y
aunque las noches fueron siempre suaves no deja de ser una incomodidad pasar
calor en algún momento, pese a las protestas así le dejaron, en su habitación
sin aire, para que se va a molestar el guía que dormía en el mismo hotel en
darle la suya o buscar otro hotel para el, pa que...(la explicación del guía
era que en ningún sitio decía que las habitaciones tuvieran aire acondicionado,
pero si que decía que eran hoteles de 4 estrellas, el colmo). El recepcionista de
este “maravilloso” hotel era un borde del copón, parecía todo el tiempo
cabreado, te miraba todo serio y con un gesto de te voy a dar una leche y te
voy a reventar y pensabas que en cualquier momento te soltaba la leche, el
colmo del despropósito, que tipejo, que hotel...ah si¡¡¡, el hotel es el Best
Western, Hotel International, si queréis pasar calor porque no esta garantizado
el aire acondicionado o queréis ir al baño rápido, dar un paso (literal) y estaréis
dentro del baño, si queréis tener una ducha raquítica de esas donde te golpeas
con las paredes, cama híper estrecha, almohada hiper alta (dormí mas bien mal
por esto) y que el recepcionista lejos de mostrar su mejor sonrisa, os mire
todo cabreado, este es vuestro hotel, a por el¡¡¡.
Nos dio tiempo de pasear por las
calles de Luxemburgo esa misma tarde y al día siguiente hasta la hora de comer,
con guía turística de hora y media que nos contó cosas interesantes de la Catedral, el Palacio Gran
Ducal, de los puentes y de las murallas.
El guía de la zona nos decía que la charla duraría dos horas y luego el guía de
Mapa Tours se acercaba a el, le decía algo de extranjis y Voala¡¡¡, la charla
duraba hora y media, le diría oye tu que no tengo pasta para tanto tiempo,
acorta macho y dicho y hecho.
Durante la comida, la del pescado
insípido, observe que varios pasaban delante nuestro con un buen helado, buena
pinta tenia, así que tras el postre anime a varios del grupo y fuimos en manada
(6 éramos) a por nuestra ración de helado y que helado¡¡¡, el mas rico de
todos, si es que soy un visionario y eso que los otros helados (a dos por día),
no habían estado nada mal. Hicimos esperar unos minutos al resto del grupo por
nuestro capricho de helado, se siente¡¡¡, así de paso dábamos un poco por saco
al guía de Mapa Tours que era un borde, listillo y sobrado como pocos, hecho a
si mismo, que se joda y espere, pensé y esperó.
La siguiente parada fue Bruselas
donde llegamos a las 7 o por ahí y dio tiempo a dar una vueltecita, cenar y llegar
a la Gran Plaza.
Blanca y yo ya conocíamos esta ciudad pero bueno, nunca esta de mas ver
ciudades bellas. Al día siguiente por la mañana visita guiada donde fuimos al
Atomium y me quede con las ganas de ver el estadio mítico de atletismo Heyzel,
que echaran abajo en el 2020 y eso que estaba al lado pero solo nos dejaron
bajar del bus para ametrallar a fotos el Atomium y nada mas. Pasamos en bus por
la zona donde están los edificios mas emblemáticos de la Unión Europea, además
pasamos por la residencia de los reyes, por un pabellón chino y paramos cerca
del centro donde la guía, que duro esta vez unas dos horas o dos y media entre
bus y explicación por la ciudad nos mostró las grandes señas de identidad del
centro de esta ciudad: La
Gran Plaza, la fuente del niño meon y las Galerías Saint
Hubert donde como no, hay tiendas de bombones, las mejores, tiendas de regalos,
de ropa y da acceso a la zona donde están concentrados una buena parte de
restaurantes para el turismo donde en muchos de ellos dan los famosos
mejillones. Allí también pudimos ver otra fuente, de una niña meona, en un
callejón de esa zona de restauración. Al final la guía turística que era de allí
pero lógicamente sabia español, nos dejo en una chocolatería, hay bastantes por
allí, que decía que era barata y a pesar de ello daban buen chocolate. Dentro
de la tienda las dependientas eran solo chinas, curioso cuanto menos, están en
todas partes, saben moverse. A nuestra guía antes de llegar a la chocolatería
de las chinas le preguntamos donde estaba una de las chocolaterías mas
importantes de allí, sabíamos el nombre y nos dijo que no la conocía y sale en
todas las guías, pero es que como solo tenia comisión con las chinas, no se iba
a dejar hundir el negocio así como así. A mi como eso no me pareció bien, entre
a probar las muestras que allí tenían para el publico, de trufas, mientras
algunos de nuestro grupo caían y compraban y me puse púo de chocolate, no veas
como estaban las chinas de mosqueadas, casi les hundo el chiringuito, esa
muestra desde luego bajo bastante, jajaja, oye era gratis¡¡¡. También vale la
pena visitar la Catedral
de Bruselas y acercarse al Palacio de Justicia, ver las vistas de Bruselas, y
desde allí ir al centro andando.
Por la tarde nos fuimos cuatro
parejas que ya habíamos echo piña a ver Brujas (nosotros ya lo conocíamos pero
nunca esta de mas y mas cuando se trata de una ciudad tan mágica) y lo pasamos
muy bien. No he visto en ninguna ciudad tantas tiendas de bombones y chocolates
como en esta, a cada paso había una y no exagero. También había heladerías y
cayo helado, esta vez de chocolate, jajaja. Luego nos sentamos en una
cervecería de la Plaza
mas importante y bonita de allí y a mi como no me gusta la cerveza, la coca
cola estaba cara y no había helados, jajaja, empecé a decir que eso era muy
caro y que nos miraban mal los camareros, a otras dos parejas les parecieron
también antipáticos los camareros y cuando nos dimos cuenta nos fuimos de allí
y una de las parejas que iba con nosotros lógicamente se cabrearon porque el si
que quería cerveza y además la ponen sobre un pedestal de madera y debe estar
rica supongo, pero bueno luego se pasaron los enfados y seguimos en otro bar
disfrutando de chascarrillos y de buenos momentos, yo con mi batido de
chocolate, donde va a parar...jajaja. A eso de las 8 de la tarde ya hacia frío
(unos 18 grados) y volvimos a Bruselas, donde cenamos con otra pareja en un
Hard Rock, las otras dos parejas se fueron porque al día siguiente volvían a
España pronto y es que a parte de mejillones no nos daban otra cosa, ya estaba
todo cerrado, los mejillones como eran algo caros, 24 euros, decidimos dejarlos
para cuando estuviéramos en España, por eso al final caímos en el Hard Rock de
Bruselas.
Al día siguiente Blanca y yo
dimos una vuelta por el centro de nuevo, viendo alguna cosa pendiente y
comiendo en un Paul, pasamos buscando el postre por una heladería muy buena y
famosa de allí pero como uno de los camareros se puso borde pase del helado y
probé el Gofre de chocolate que pidió Blanca, muy rico estaba y a las 4 de la
tarde al hotel y de allí al aeropuerto.
A las 9:20 de la noche del 18 de
julio, sábado, una semana después de haber salido, volvimos a Madrid y de allí
a León, porque hacia un calor del copon, 30 grados a las 10:35 de la noche (
nos retrasamos esperando a una pareja que vino con nosotros a la misma hora
pero en otro avión que les dejaba en la
T4, nosotros llegamos a la T2 y que formaba parte de nuestro grupo de
amiguetes que hicimos allí, pero como tras esperarlos no los encontramos por un
mal entendido de donde estaba cada uno, al final pillaron un taxi y se fueron y
es que no tenían móvil y así todo se complica más). Quedarnos en Madrid y
dormir allí en casa de mi cuñado, descartado, no tiene aire y yo creo que ni
ventilador y no era cuestión de dormir mal, así que a buscar la épica y tirar a
León donde llegamos a la 1:40 de la madrugada.
Ah¡¡, se me olvidaba. El último
hotel en el que estuvimos en Bruselas (Four Points by Sheraton), tenia la
peculiaridad de que en el buffet del desayuno nos dejaban el desayuno ya
servido (un trozo de pan, una tostada, ya tostada, un cruassant, un yogurt, un
trozo de jamón y otro de queso y mermelada). El primer día en el desayuno pedí además
nutella y me la dieron (también daban lógicamente leche, chocolate o café y zumo),
cayo una buena cantidad pero me corte porque había mas gente del grupo y no era
plan de ser descarado, pero al día siguiente la pedí cuando ya estaba en
confianza con la pareja con la que volvimos a la misma hora y cayo medio bote
de Nutella y unos cruassants y bollería que había fuera de esa sala de
reuniones donde nos habían metido. Estaba por un lado el buffet libre con todo
y tostadas para que tu las hicieras y por otro nuestra sala de reuniones donde
nos tenían todo nuestro desayuno ya puesto desde las 7:30 de la mañana, las
tostadas llevaban en ese estado desde esa hora, hay que joderse... y nosotros
desayunamos a las 10, así que yo pase de eso y fui a por lo fresquito y nadie
me dijo ni pío, a veces es mejor pedir perdón que permiso, me puse bien púo,
solo faltaba, hay que aprovechar, jajaja.
El día 20 de julio fuimos a
Ribadesella, pasamos un día fantástico allí con calorcito pero sin playa porque
no soy de playa, paseando por allí, comiendo y disfrutando y al día siguiente
nos fuimos a Covadonga, vimos la
Basílica y la gruta donde esta expuesta la Virgen y tras estar por un
centro comercial cercano a Oviedo porque llovía, volvimos a León.
Respecto a correr, tras descansar
en Frankfurt, me propuse hacerlo el segundo día en Estrasburgo pero el sueño me pudo y preferí
dormir, perdí así la oportunidad de decir que un día me dio por correr por la
rivera de los canales de Estrasburgo, otra vez será. Pensé en hacerlo el tercer
día aun en Estrasburgo y falle, ya los del grupo no me creían cuando decía que
al día siguiente correría, pero como soy de los que falla, amenaza y falla y a
veces hasta no fallo y todo pues tras decir que correría en Luxemburgo y al
final no hacerlo porque no veía claro por donde ir y si mucha cuesta, ni me
levante ya me encargue de observar el tema la tarde anterior; pues como digo, cuando ya nadie creía que correría,
tras 3 veces de decir y no hacer (me tomaron a broma lógicamente), al final si
que corrí en Bruselas ante la sorpresa de todos, algo así pasará con el sub 40,
cuando yo amenazo tanto, al final cumplo, si no soy muy pesado y no soy
insistente en la amenaza puedo no cumplir, pero cuando soy muy pesado acabo
cumpliendo con tal de no oírme a mi mismo. El guía, el de siempre, el de Mapa
Tours, que nos caía a todos fatal, me
dijo que en Bruselas no se podía correr por ningún sitio (basta que me digan no
para que sea si) y mire en Google Earth y mira por donde que encontré un fantástico
parque a solo un km y medio del hotel, que no esta en ningún sitio como
referencia para correr, no lo entiendo pero así es y era una maravilla porque
tenia un lago que no estaba nada mal y por allí que estuve corriendo entre árboles
frondosos y alrededor del lago, es tipo la casa de campo en miniatura y con un
lago en el medio, el parque se llama Le Bois de la Cambie, muy recomendable,
es un mini central park.
Corrí dos días seguidos por ese
parque, haciendo cada día alrededor de 10 kms a ritmos de 5:50 y 6:20, mucho más
rápido de lo que tenía previsto para estar en un sitio único (porque quien sabe
cuando vuelva) e idílico como era ese y es que el primer día me perdí por el
parque y no encontraba la salida hacia la ciudad, jajaja pero me reoriente
corriendo rápido para no preocupar al personal con lo que logré encontrar la
salida y volver a la hora prevista. En el entrenamiento del segundo día en
Bruselas, que también realice por el parque, me andaba cagando, así que fui
algo rápido para al final cagarme de todas formas, pero bueno...gajes del
oficio....También corrí por Ribadesella muy tranquilo casi 10 kms con bastantes
cuestas que pille, de ahí el ritmo lento, había mucha humedad y al menos estaba
nublado, si no habría salido ardiendo, salio un ritmo de 7:20. Y esto fue todo
lo que han dado de si las vacaciones. Menos mal que corrí algo que si no el regreso
habría sido lamentable con esos helados y desayunos buffets que me metí.
El viernes o el sábado dejare por
aquí mis últimos entrenamientos. El 24 de julio estaba en 80.7 kg, las vacaciones y
mis desayunos y cenas pasaron factura. Hay que llegar con el peso mas bajo de
estos últimos 20 años a La Robla
que no garantiza nada pero seguramente me permita hacer una buena carrera y en
ello estoy. Si sumamos dieta y ejercicio en estos últimos días me pongo un 9.