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LA ROBLA 2020

sábado, 29 de septiembre de 2018

Se llama Jakob Ingebrigtsen








Muy buenas, traigo aquí una serie de noticias recogidas por varios medios en agosto, tras lo logrado por este joven que ya conoceréis, el actual campeón de Europa de 1500 y 5000 m. Al final de este post, dejo mi punto de vista sobre este fenómeno.

El atletismo mundial (re)descubrió a un fenómeno de dimensiones ¿incalculables? Sólo 24 horas después de haberse impuesto en los 1.500 metros, Jakob Ingebrigtsen, el menor de esos tres hermanos noruegos, dominó los 5.000 con una facilidad que sería insultante si no fuera porque ese adjetivo es de una palidez ofensiva para el vencedor. Nada describe: sólo sugiere desde el asombro.

Ganó con 13:17.06. La marca, con ser excelente en la carrera táctica de un Campeonato, es lo de menos. Lo que nos ofrece es la facilidad inopinada con la que la realizó. La ausencia total de crispación. La impresión de soltura. Incluso fue hablando con su hermano Henrik y, se diría, que lo fue conduciendo, esperando. Y, una vez que lo vio situado en una segunda posición ya intocable, aceleró sin alterar el gesto para acabar en esos números puramente estadísticos y ayudar a que su hermano realizase 13:18.75.

Este muchacho tiene 17 años. Cumple 18 el 19 del mes que viene y parece proceder del mismo futuro que nos regaló a Usain Bolt. Un lugar oscuro por imprevisible, pero radiante por lo que ofrece, aunque nos cueste asimilarlo. Produce la impresión de no forzar en absoluto, como si tuviera miedo de excederse y quemarse en su propio fulgor. Como si se estuviera autoexplorando en busca de unos límites que, a su edad, desconoce por completo porque es imposible ni siquiera elucubrar con su alcance.

Cada carrera es un ensayo hacia lo desconocido, con toda la carga de maravilla y de incertidumbre que un talento semejante brinda y, a la vez, soporta. Es la
alternativa de Europa al dominio africano. Es la sensación y la conmoción del Campeonato.

Son las siete de la mañana de un día cualquiera de 2004: en un aparcamiento de la tienda Kvadrat en la pequeña ciudad de Sandnes, al oeste de Noruega, cuatro niños en edad escolar entrenan con sus patines para competir en esquí de fondo mientras un quinto, todavía bebé, corretea perseguido por la madre. Es el inicio de la historia de los hermanos Ingebrigtsen, la familia más laureada del atletismo europeo; es el inicio de Jakob Ingebrigtsen, el que ya es, a sus 17 años, el mediofondista más importante del atletismo europeo. 

Pero volvamos al aparcamiento, a 2004. Como se exhibe en un documental emitido por la cadena noruega NRK1, que siguió a la familia durante cuatro años, allí ya estaban preparándose Kristoffer (30 años), Henrik (27), Filip (24) y Martin (22), los mayores de siete hermanos. 

A las órdenes, su padre, Gjert Arne, que no había sido atleta destacado, simplemente quería que sus hijos sobresalieran en el deporte. Sin conocimiento previo, con muchísimos kilómetros de carga, fue preparando a todos, primero en el esquí de fondo y luego en el atletismo, y al final consiguió lo que quería. El mayor, Kristoffer, no se dedicó al tartán, pero el segundo Henrik ya fue campeón de Europa de 1.500 metros en 2012 y el tercero, Filip, en 2016. Aunque faltaba lo mejor, el mejor.

El éxito deportivo esquivó al cuarto hijo, Martin, pero el quinto lo agarró de pleno. Desde hace meses, entrenadores veteranos de toda Europa aseguran que se va a quemar, que es demasiado pronto, que es una barbaridad todo lo que compite y ahí está: a los 17 años este viernes se convirtió en el campeón de Europa más joven de la historia en cualquier modalidad atlética. 

En una final de 1.500 metros en la que también estaban Henrik y Filip, no le dio miedo dominar en las últimas dos vueltas y nadie pudo con él. Mientras sus hermanos se quedaban fuera de las medallas, quien, a los 16 años, se convirtió en el hombre más joven en bajar de cuatro minutos en la milla, se hizo con su primer oro absoluto. El primero de muchos. De hecho, al igual que sus hermanos, está inscrito en los 5.000 metros de este sábado y quién sabe. 

El padre, Gjert Arne, estaba eufórico. Su ambición familiar se había cumplido y, según dicen, todavía queda. Porque su sexta hija, Ingrid, de 11 años, ya anda ganando carreras y, aunque parezca una locura, el más pequeño de todos, William, de sólo cinco, ya pisa tartán.

Como hacía cada día, Bill se levantó temprano, cogió su libreta y empezó a llenarla de anotaciones. Ideas que le salían de su cabeza brillante y que algunos consideraban propias de un lunático. Eran los años cincuenta, la Segunda Guerra Mundial había terminado y en Estados Unidos se respiraba un gran optimismo con ganas de innovar y de comerse el mundo.

En Eugene, Bill Bowerman se dedicaba a entrenar al equipo de atletismo de la Universidad de Oregón. Poca gente –en un país por aquel entonces de 150 millones de habitantes– sabía de la existencia de esa ciudad y mucho menos de ese entrenador –o profesor de atletas, como prefería que se le llamase-. Instauró una filosofía de vida totalmente autodidacta bajo el lema “estudiarás, entrenarás y competirás como parte de un equipo”.

Para Bill, los compañeros eran una pieza clave, una familia. Lo sabía bien después de tener que combatir en la guerra y dejar su vida en manos de terceros. Sus métodos de entrenamiento eran muy exigentes y no aceptaba excusas. Buscaba sacar el máximo rendimiento de todos los factores, incluso de las zapatillas –su mayor obsesión–, las cuales llegaba a fabricar él mismo. Fue un pionero. Sus chicos empezaron a ganar carreras, a competir en los Juegos Olímpicos y a ganar medallas. Hoy Eugene es un lugar de peregrinación y en 2021 acogerá el Mundial.

Una de las fijaciones de Bill era que sus atletas bajasen de la barrera de los cuatro minutos en la milla y en su honor, cada año se celebra en Eugene –coincidiendo con la Diamond League– la ‘Bowerman Mile’. Este año, un espigado atleta de 17 años procedente de Noruega sorprendió a todo el mundo. Jakob Ingebrigtsen logró terminar cuarto, por delante del vigente campeón olímpico en Río 2016 Matt Centrowitz, con un tiempo 3’52”28, nuevo récord del mundo júnior. Los titulares de los periódicos destacaban más su gesta que al vencedor de la prueba. Por cierto, Jakob lo hizo calzando unas zapatillas de la marca que co-fundó Bowerman.

Unas semanas más tarde, en la Diamond League de Mónaco, Jakob volvió a enmudecer a todos con otro récord del mundo júnior, esta vez en 1.500 con 3’31”18. Eso solo había sido el aviso de lo que estaba por llegar en el Europeo de Berlín. El viernes, en el 1.500, se convertía en el atleta más joven de la historia en ganar un título continental y un día después ampliaba la gesta logrando un segundo oro de escándalo en el 5.000. Con apenas 17 años acababa de conseguir un doblete que nadie nunca antes había conseguido en Europa.

Lo que impresiona más de él es su facilidad para correr. A pesar de su falta de experiencia, supo leer perfectamente las pruebas y ubicarse en el lugar preciso en cada momento. Incluso, se permitió el lujo de hablar en carrera con su hermano Henrik, al que parecía que esperase en algunos momentos. El hermano mayor le ayudaba a cubrir espacios y a hacer de guardaespaldas. También estaba por allí Filip. Los tres hermanos competían como un verdadero equipo.

Para entender mejor su gesta hay que adentrarse en su casa familiar en Sandnes, Noruega. Jakob es el quinto de siete hermanos que forman parte de una familia muy particular con el padre, Gjert, de líder. Además de progenitor, es el ideólogo de una forma de vida dedicada a ser atletas de élite desde que nacen. Una especie de experimento que viene haciendo con sus hijos y que por el momento le ha dado excelentes resultados.

Henrik, el segundo de los hijos en nacer, siempre fue el referente al ser el primero en lograr grandes resultados. Quedó campeón de Europa de 1.500 en Helsinki 2012 y fue el primero en conseguir llegar a unos Juegos Olímpicos en Londres, donde terminó en una gran quinta posición. En el Europeo de Amsterdam 2016, el que brilló fue el tercer hermano, Filip. con su medalla de oro. De los siete vástagos, de momento tres han logrado convertirse en atletas profesionales y son ya campeones de Europa. Dos más, se dedican a otras cosas y los dos más pequeños, Ingrid y William, ya destacan sobre el tartán y apuntan muy buenas maneras.

Gjert, autodidacta, inflige a sus hijos una vida espartana que incluye, por ejemplo, realizar una sesión de entrenamiento antes empezar el colegio a las 8:30h o una planificación muy meticulosa que necesita de su autorización si alguno de los hijos pretende salir de fin de semana o vacaciones con su pareja.

Entrenan en grupo, cada uno a su ritmo, y al terminar siempre les realiza un análisis del ácido láctico para sacar conclusiones sobre sus esfuerzos. Mucha gente le tacha de demente, pero los resultados le avalan y sus hijos le apoyan.

Jakob nació programado para ser campeón y ahora el atletismo mundial le ha descubierto. La ilusión que genera sobrepasa las fronteras noruegas y ya es la esperanza de todo un continente, que sueña desde hace años con tener un atleta que haga frente de una vez al dominio africano.

Decía Bill que el verdadero propósito de correr no era ganar, sino explorar los límites del corazón humano. Es imposible saber el límite de este chico de 17 años. La incógnita ahora está en saber hasta donde podrá llegar o si terminará quemándose como vaticinan algunos entrenadores públicamente sin recato alguno.

Un día después de ganar los 1.500 metros, Jakob Ingebrigtsen, un adolescente de 17 años que corre como un demonio, venció en los 5.000 con una autoridad que sólo está reservada a los elegidos del atletismo. De alguna manera es un elegido. Es el más joven del terceto Ingebrigtsen, que a su vez forman parte de los siete hijos de una familia que tiene tanto de particular que, en algún aspecto, roza lo patológico. La carrera, y su resultado, dice todo de la mecánica interna de esta saga noruega. Henrik Ingebrigtsen, 27 años, campeón europeo de 1.500 metros hace seis, fue segundo en la final, un puesto mal aceptado por su entrenador: Gjert Ingebrigtsen, el padre, líder y jefe de estos Von Trapp de la pista.

Les gusta tanto definirse como equipo que sólo les falta un himno y una bandera. Los Ingebrigtsen son el producto de su talento y del trabajo de laboratorio diseñado obsesivamente por su padre desde que nacieron. No hay casos tan radicales, pero en el mundo del deporte no faltan familias de impacto -los tres hermanos Borlee (Kevin, Jonathan y Dylan) formaron parte del equipo belga que ganó ayer el relevo 4x400 en el que España fue bronce-, ni padres dedicados a la preparación técnica de sus hijos desde la más tierna infancia. Adiestrado por su padre estadounidense en Luisiana, Armand Mondo Duplantis, el joven fenómeno sueco (nacionalidad de su madre) será tan favorito hoy como el mítico francés Renaud Lavillenie en la final de pértiga.

Gran noticia. Jakob Ingebrigtsen es una gran noticia para el atletismo, pero también invita a la preocupación. Su padre rechaza el modelo convencional de educación y considera que el sistema ablanda a los jóvenes. Autodidacta y dueño de un ego descomunal, Gjert Ingebrigtsen afirma que sólo vive para ganar. Sus hijos son la expresión física de su obsesión. Alguno de ellos no ha resistido la presión, o ha tenido la personalidad para desvincularse de un modelo neurótico. Cualquiera puede apreciarlo en el documental de horas que la televisión noruega ha realizado con esta familia singular.

Otro más. Al equipo le faltaba una pieza: Filip, el hermano mediano, 25 años, campeón de Europa en 2016, tercero en el Mundial de Londrés el pasado año. Todos han sido programados para ser campeones y todos lo han conseguido, pero ninguno ha despertado más expectativas que Jakob, el predestinado. Dedicado casi profesionalmente al atletismo desde los 13 años, Jakob Ingebrigtsen se ha saltado todas las etapas que corresponden a la progresión de un atleta. Con 16 años competía con los mejores del mundo. Lo más sorprendente del caso es que nunca ha defraudado en sus apariciones.

Alto, potente y cerebral, Jakob es un niño que corre como un curtido veterano. Nunca da la impresión de sentirse superado por las circunstancias de la carrera. Ganó los 1.500 con un progresivo ataque de 900 metros. Ni acusó la fatiga, ni pagó el precio de las emociones. 24 horas después ganó sin pestañear la final de 5.000 metros. A falta de tres vueltas se colocó en cabeza, escoltado por su hermano, y poco a poco levantó el vuelo. No hubo nadie capaz de apurarle, ni su hermano mayor, que pareció un muñeco frente al poderío de un chiquillo que está dispuesto a revolucionar el medio fondo. Detrás, un padre, un jefe, un ideólogo se sentirá satisfecho. O no, ganó un Ingebrigtsen pero perdió otro. Y eso lo lleva muy mal.

Mudo ha dejado el estadio Jakob Ingebrigtsen, el joven noruego de 17 años que hoy se ha proclamado Campeón de Europa de 1.500 metros.  El sueño de los tres hermanos noruegos Ingebrigtsen  de conseguir un triplete en la final de los 1.500 metros del Campeonato de Europa no se ha podido cumplir, pero sí el oro para el más joven de los tres. Los tres hermanos, Filip, de 25 años, Henrik, de 27, y Jakob, de 17, se clasificaron el miércoles para la final disputada hoy en semifinales distintas.

Los tres Ingebrigtsen han salido en las últimas posiciones durante los primeros metros de la prueba. Poco a poco se han ido colocando en puestos delanteros en una carrera nerviosa y con tirones, hasta que han completado las tres posiciones delanteras a falta de una vuelta para el final. Jakob no ha dudado ni un momento en tirar de la prueba sin mirar más allá que hacia la meta. Ha conseguido aguantar por centésimas entrando en primera posición en meta con 3:38.10.

Su nombre se sitúa hoy a la altura de los más grandes atletas del momento. El noruego de 17 años Jakob Ingebrigtsen es a su corta edad una verdadera figura del atletismo que ya ganó el pasado mes de mayo en un 1.500 al actual campeón olímpico, Matthew Centrowitz. Y en la Diamond League de Mónaco volvió a destrozar otro récord mundial en su categoría mejorando su propio récord de 3:36.06 conseguido en junio en el Bislett estadio de la Oslo Diamond LeagueMejoró ese récord en más de cinco segundos terminando en 3:31.18.

Un récord mundial que llegaba justo después de que Ingebrigtsen participara en el Campeonato del Mundo Sub-20 de la IAAF en Tampere, Finlandia. En ese encuentro, Ingebrigtsen fue segundo en los 1.500 metros con 3:41.89, y tercero en los 5K con 13:20.78 y con nuevo récord en su categoría de edad incluido.

Un gran trabajo el del padre de esta saga de atletas noruegos, Gjert Arne Ingebrigtsen, desde que empezara a entrenar al segundo de sus siete hijos, Henrik, en el atletismo. Tenía condiciones para correr, y aunque no tenía formación deportiva, terminó situándole en el Europeo de Helsinki en 2012. Henrik, de 21 años en aquella época, se colgó el oro en el 1.500. Cuatro años más tarde, en Ámsterdam, Filip Ingebrigtsen se proclamaba campeón de Europa también de 1.500 metros. Y este año, Jakob Ingebrigtsen es quizá el que mejor y más rápido ha asimilado la formación y experiencia de su padre a la hora de ver resultados. Llegaba a Berlín rodeado de expectación y no era para menos, después de haber corrido los 1.500 metros en 3:31.18 en Mónaco con sólo 17 años.

El viernes ganó los 1.500m, el tercero de la familia con el galardón; este sábado ganó los 5.000m con unos magníficos 13m 17,06s (su mejor marca de siempre, conseguida después de haber corrido dos 1.500m durante la semana, y récord europeo sub 20), y entró ya en el panteón de los más grandes. Con 17 años, tras ganar los 1.500m, era el más joven campeón de Europa en la historia de los campeonatos; ni con 17 ni con 20 ni con 31, ni con ninguna edad, ningún atleta había conseguido antes ganar los 1.500m y los 5.000m en el mismo campeonato. Ni Zatopek, ni Bannister, ni ninguno de los más grandes, ni siquiera Michel Jazy, el francés que más se acercó a la gesta, pero la hizo en dos campeonatos diferentes: en 1962 ganó los 1.500m; en 1966, los 5.000m.

Ni el suicidio de Antonio Abadía, que lanzó la carrera durante 500m a un ritmo elevado (2m 42s el kilómetro); ni la locura del suizo Wanders, que efectuó la gran criba hasta los 3.600m, afectaron en lo más mínimo al chaval de Sandnes. Fue víctima del ritmo Mechaal, que no se recuperó bien del 10.000m del martes y abandonó justo cuando Jakob, acompañado de su hermano mayor, Henrik, siempre pegado a su espalda. Ascendió hasta la cabeza y empezó a marcar su ley, estilo Mo Farah en sus mejores tiempos.

Y fue extraordinaria la frescura y la tranquilidad con la que un niño de 17 años aniquiló a los mejores fondistas europeos, curtidos, trabajados y entrenados durante años. En el podio siguió escoltándole su hermano Henrik, y tercero fue el francés Amdouni, el ganador de los 10.000m.

El destino ya estaba escrito, había anunciado su padre el año pasado cuando el retoño se convirtió en el primer chaval de 16 años que bajaba de los cuatro minutos en la milla, y este año aún, en mayo, cuando dejó la marca en la milla en 3m 52,28s en Eugene (Oregón), en el país de Jim Ryun, el adolescente norteamericano de los años 60 con el que los más fervorosos aficionados quieren compararlo.

Poco dado a considerar el valor de un deportista por su edad, al elogio al joven solo por ser joven, el técnico español Jorge González Amo, que corrió los 1.500m con Ryun en México 68, habla de que cada atleta, cada persona, tiene un periodo de esplendor físico de cinco o 10 años que puede ir de los 17 a los 27 o de los 27 a los 37, que es indiferente. “Pero no me gusta que a los jóvenes tan jóvenes se les convierta la vida solo en atletismo y atletismo. Hay más cosas”, dice. “¿Qué será cuando se acabe su carrera?”

La explosión de talento de Jakob Ingebrigtsen con 17 años: doblete en 1.500 y 5.000

El fondista noruego, todavía un niño, asombra al mundo del atletismo y gana en Berlín dos medallas de oro que le consagran como el rey del Europeo.

"Sabía que en algún momento se convertiría en el mejor atleta de Europa y del mundo, pero no que lo hiciese con 17 años", dice su hermano mayor, Henrik, La rudeza y grosería, el carácter violento del vikingo, no se ve representado en el escandinavo más talentoso del nuevo siglo, que flota en el Estadio Olímpico de Berlín impulsado por una zancada elegante, suelta y bonita, como si pareciese que fuese al trote cuando el paso que lleva descuelga a todos sus rivales. Es Jakob Ingebrigtsen, un chaval de 17 años, un niño sin barba y sin miedo, puro talento, que un día después de ganar el oro en 1.500 metros, arrasa también en la de 5.000m.

Jakob Ingebrigtsen gana el viernes la final de 1.500 metros (3m38.10s) con un último cambio mortal. Se envuelve en la bandera noruega y se coloca en la cabeza un casco vikingo; grita con furioso pero ese disfraz no concuerda con su cara de niño bueno, de no haber matado nunca una mosca. Además, gana a sus hermanos, dos de los tres últimos campeones europeos de la distancia en 2012 (Henrik) y 2016 (Filip). Los tres —entrenados por su padre Gjert—, la familia Ingebrigtesen, prepara el Europeo en España, en Punta Umbría.

Al día siguiente, solo 48 horas después, el joven Jakob, con un tupé moreno digno de John Travolta en Grease, vuelve a pisar el tartán azul del Olympiastadion para disputar la final de 5.000m, donde se hunden Mechaal y Abadía, los españoles. En sus piernas no parece haber fatiga, y se impone (13m17.06s, récord de Europa sub20) con un cambio que deja descolgado, otra vez, a su hermano mayor Henrik, que es plata.

"Sabía que en algún momento se convertiría en el mejor atleta de Europa y del mundo, pero que lo hiciese con 17 años... Eso no me lo hubiese imaginado ni en mis sueños más salvajes", reconoce Henrik al acabar la carrera. "Se lo ha ganado, no le ha caído del cielo." Jakob, el atleta más joven en la historia en bajar de los 4 minutos en la milla, henchido de orgullo por los oros y por las palabras del mayor de la casa, contesta: "Significa mucho que diga eso sobre mí. Para ser capaz de hacer un campeonato como este, es él quien me mantiene motivado para seguir entrenando más duro". Un talento desatado que explota y se consagra en Berlín.

La estrella de los campeonatos tiene nombre de vikingo y pertenece a la increíble saga de atletas nacidos en Noruega. Es Jakob Ingebrigtsen, el pequeño de los tres hermanos que han competido en las finales de 1.500 y 5.000 metros. Tiene 17 años, será mayor de edad el 19 de septiembre y ha ganado las dos pruebas del mediofondo. El viernes, el 1.500, y este sábado, el 5.000. No solo es su triunfo, sino la insolente superioridad que demuestra.

Adel Mechaal se retiró de la prueba cuando faltaban dos vueltas, exhausto después de su cuarto puesto en la final de 10.000 metros. El español de origen marroquí no pudo con el ritmo atosigante del 5.000, prendido a toda mecha desde el minuto uno. 

La prueba de fondo también perteneció a la familia Ingebrigtsen, absoluto su dominio en el medio fondo en este campeonato. El joven Jakob ha compensado los esfuerzos de papá Gjert, el ideólogo de esta estirpe que se ha adueñado del atletismo europeo. 

En la casa Ingebrigtsen son siete hermanos, y cuatro han tirado por el camino del atletismo. Henrik, el mayor de los deportistas (27), fue campeón de Europa en Helsinki 2012 en 1.500, Filip (25), el mediano, se coronó en Amsterdam 2016 en la misma carrera. Faltaba Jakob (17) y se ha merendado a sus hermanos mayores, tanto en popularidad como en impacto. Les ha derrotado a ambos y se ha colgado el oro en 1.500 y 5.000.

El prodigio Ingebrigtsen venció saludando a la grada, imponente su aceleración en los últimos 200 metros, y buscando a su hermano Henrik con la mirada (segundo en la meta). Insultante lo del nórdico, cuya trayectoria se venía anunciando singular. Es el campeón europeo más joven de la historia, fue el primer junior en bajar de cuatro minutos en la milla, también posee el récord mundial de 3.000 obstáculos en esa edad. El padre autodidacta, enfermo del atletismo, se los lleva de entrenamiento a Arizona, Huelva y Saint Moritz (Suiza). La televisión noruega les ha seguido durante cuatro años y les ha grabado un documental. En la vida de Jakob, según su perfil de redes sociales, solo hay hueco para correr, para su novia y para la familia.

Desde mi punto de vista, también pensé que su padre lo estaba quemando. Me llamó la atención verlo el año pasado compitiendo en grandes mítines con gente mayor y pensé, este se va a quemar…pero con esos dos oros de los europeos de este año, parece que de quemarse nada. Estamos ante el posible relevo de Kipchoge, pues el año que viene, ya con 18 años, seguro que da la campanada en 1500 y 5000 y se proclama campeón del mundo en ambas distancias (me he venido un poco arriba, jajaja, seguro que por lo menos sube al podio en ambas distancias), apostaría por ello, porque el tío es tan joven como ambicioso, además sus hermanos y padre se encargan de mantener bien viva en él la llama de la motivación. Dentro de unos años, tras ganar en el 2019 en 1500 y 5000, y robar así la cartera a los mejores del mundo, es posible que busque romper el record de Kipchoge y quién sabe si ser el primero en bajar de las 2 horas, apostaría por ello y dejar con 3 palmos de narices a todos los keniatas, lo veremos…nadie ha pensado esto, pero yo estoy hecho todo un visionario y así como sé que yo bajaré un día de 40 en 10 kms, (estas historias ayudan a ello...) también se que Jakob dará mucho que hablar y que no se diga que no lo avisé….

Os dejo un enlace del primer capítulo de la segunda temporada de una serie que hacen de cómo es su día a día, el resto de capítulos los encontrareis en youtube y sale uno nuevo cada sábado. https://www.youtube.com/watch?v=5DUK8lo9AT0

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HITOS

2010

23 FEBRERO-88 KILOS. A 61 DIAS.

24 FEB. COMIENZO A CAMINAR.A 60 DIAS.

25 FEB.SABIENDO QUE ME VOY A CALAR,HAGO EJERCICIO Y EVIDENTEMENTE ME CALO HASTA LOS HUESOS,PERO ESTA ES YA MI SEGUNDA VICTORIA. A 59 DIAS.

1 MARZO. EMPIEZO A CORRER CON 3 KMS, POR FIN¡¡¡. A 55 DIAS.

10 MARZO. COMIENZO LA DIETA CON 88.9 KILOS. A 46 DIAS.

10 MARZO. CUBRO 5 KMS,YA CASI 1/4 DE LA MEDIA. A 46 DIAS.

17 MARZO. CUBRO 8 KMS,MAS DE 1/3 DE LA MEDIA. A 39 DIAS.

17 MARZO. PESO 87.2 KILOS.LA BASCULA POR FIN EMPIEZA A CEDER ,PESO MAS BAJO DE LO QUE VA DE AÑO. LA DIETA Y EL ENTRENAMIENTO EMPIEZAN A FUNCIONAR. A 39 DIAS.

21 MARZO. PESO 86.1 KILOS.QUE BIEN PINTA TODO¡¡¡. A 35 DIAS.

26 MARZO.PESO 85 KILOS. A 30 DIAS.

26 MARZO. CUBRO 10 KMS, CASI LA MITAD DE LA MEDIA. A 30 DIAS.

11 DE ABRIL. CUBRO 12 KMS, PASANDO POR EL KM 10 EN 58:55. A 14 DIAS.

15 DE ABRIL. PESO 83.5 KILOS. A 10 DIAS.

18 DE ABRIL. CUBRO 15 KMS CON MARCA PERSONAL. A 7 DIAS. 1h:32:18

25 DE ABRIL. COMPLETO LA MEDIA MARATON DE JEREZ (20633m) en 2h:19:36

18 DE OCTUBRE. PESO 92,4 KILOS.

19 DE OCTUBRE. HOY COMENCE DE NUEVO A CORRER CON 3 KMS TRAS 4 MESES FUERA DE JUEGO.

22 DE OCTUBRE. ALCANZO LOS 5 KMS, YA ESTOY MAS CERCA.BIEN¡¡.

25 DE OCTUBRE. PESO 90,5 KILOS.

31 DE OCTUBRE. COMPLETO 8.3 KMS.

1 DE NOVIEMBRE. PESO 89.3 KILOS.

13 DE NOVIEMBRE. COMPLETO 10 KMS, SE HAN HECHO ESPERAR PERO AL FINAL TODO LLEGA. BIEN¡¡¡. 1h:12:22

15 DE NOVIEMBRE. PARON POR SOBREPESO, TOCA ADELGAZAR.

2011

15 DE ENERO. PESO 89.9 (ROMPO LA BARRERA DE LOS 90 KILOS).

28 DE ENERO. RETOMO ENTRENAMIENTOS TRAS DOS MESES Y MEDIO SIN CORRER COMPLETANDO 4 KMS EN 29:30:00

14 DE FEBRERO. COMPLETO 10 KMS EN 1h:06:27

19 DE FEBRERO. COMPLETO 15 KMS EN 1h:50:06

22 DEFEBRERO. BAJO DE 30 MINUTOS EN 5 KMS. 28:41:50

27 DE FEBRERO. MARCA PERSONAL EN LA MEDIA DE JEREZ . (20633 metros) en 2h:10:16

3 DE ABRIL. MARCA PERSONAL EN EL CIRCUITO DE LA MEDIA DE MADRID CON 2h:16:09

10 DE ABRIL. BAJO DE LA HORA EN 10 KMS. 59:14:70

17 DE ABRIL. MARCA PERSONAL DE 10 KMS. 55:41:00

4 DE MAYO. PESO 84.8 KG (ROMPO LA BARRERA DE LOS 85 KILOS).

7 DE MAYO. MARCA PERSONAL DE 15 KMS. 1h:29:19

7 DE MAYO. MARCA PERSONAL DE MEDIA. 2h:11:48

16 DE JULIO. ALCANZO LOS 81.7 KG. LA ULTIMA VEZ QUE TUVE UN PESO COMO ESTE FUE HACE 12 AÑOS.

1 DE OCTUBRE. MARCA PERSONAL EN MILLA. 6:56:42

9 DE OCTUBRE. MARCA PERSONAL EN 5 KMS. 25:42:58

14 DE OCTUBRE. MARCA PERSONAL EN 10 KMS. 54:26:68

19 DE OCTUBRE. PESO 79.9 KG (ROMPO LA BARRERA DE LOS 80 KILOS).

23 NOVIEMBRE. MARCA PERSONAL EN 10 KMS. 53:20:10

27 NOVIEMBRE. MARCA PERSONAL EN 10 KMS. 51:23:20

18 DICIEMBRE. MARCA PERSONAL 15 KMS. 1h:27:29

18 DICIEMBRE. MARCA PERSONAL MEDIA. 2h:03:38

29 DICIEMBRE. MARCA PERSONAL 5 KMS. 24:16:55

29 DICIEMBRE. MARCA PERSONAL 3 KMS. 14:07:82

2012

29 ENERO. MARCA PERSONAL 15 KMS. 1h:23:51

21 OCTUBRE. VUELVO A BAJAR DE 1 HORA EN 10 KMS TRAS MESES SIN PODER HACERLO.

2013

06 NOVIEMBRE. LOGRO VOLVER A BAJAR DE LA HORA EN 10 KMS.

11 DICIEMBRE. BAJO DE 90 KG.

22 DICIEMBRE. MARCA DEL AÑO EN 10 KMS. 57:38:90

27 DICIEMBRE. COMPLETO 24 KMS POR PRIMERA VEZ EN MI VIDA.

2014

02 ENERO. MEJOR MARCA DE MEDIA MARATON VIVIENDO EN LEON. 2h:18:42

EL CAMINO...

25 NOV 2010. OBJETIVO 1- UN DIA SIN TOMAR NI NESQUIK, NI BOLLERIA, NI GALLETAS. CONSEGUIDO.


26 NOV 2010. OBJETIVO 2- DOS DIAS SIN TOMAR NESQUIK, BOLLERIA Y GALLETAS. CONSEGUIDO.


28 NOV 2010. OBJETIVO 3- TRES DIAS SIN TOMAR NESQUIK, BOLLERIA Y GALLETAS. CONSEGUIDO.


1 DIC 2010. OBJETIVO 4- CINCO DIAS SIN TOMAR NESQUIK, BOLLERIA Y GALLETAS. NO CONSEGUIDO.


9 DIC 2010. OBJETIVO 5- OCHO DIAS SIN TOMAR NESQUIK, BOLLERIA Y GALLETAS. NO CONSEGUIDO.


13 SEPT 2011. OBJETIVO 6- 40 DIAS SIN TOMAR NESQUIK, NI LECHE. CONSEGUIDO¡¡¡.


10 MAR 2014. OBJETIVO 7- 50 DIAS CUIDANDOME.


29 MAYO 2017. OBJETIVO 8- 50 DIAS CUIDANDOME.

LOS OBJETIVOS

OBJETIVO 1- 5 SEPT 2012. BAJAR DE 90 KILOS. CONSEGUIDO EL 18 DE OCTUBRE.

OBJETIVO 2- 18 OCT 2012. BAJAR DE 85 KILOS. CONSEGUIDO EL 23 DE NOVIEMBRE.

OBJETIVO 3- 23 NOV 2012. BAJAR DE 80 KILOS. NO CONSEGUIDO.

OBJETIVO 4- 19 NOV 2013. BAJAR DE 90 KILOS. CONSEGUIDO EL 21 DE NOVIEMBRE.

OBJETIVO 5- 10 MAR 2014. BAJAR DE 80 KILOS. CONSEGUIDO EL 13 DE JUNIO.

OBJETIVO 6- 29 DE MAYO 2017. BAJAR DE 87 KILOS.