Del domingo 3 al domingo 10 de
septiembre estuvimos de vacaciones en Venecia, luego Padua y finalmente Verona.
Venecia es un espectacular archipiélago con 118 islas, unidas a través de 455
puentes, así que ya os podéis imaginar que en los 4 días que la pasamos Blanca
y yo en Venecia, nos toco subir y bajar escaleras (para cruzar por los puentes,
el más conocido y típico por sus bonitas vistas el de Rialto), unas cuantas
veces por día pero valía la pena y no se hacia pesado ante lo que iban viendo
nuestros ojos, una especie de parque temático que recordaba a los cuentos de
las 1000 y una noches. Una ciudad completamente peatonal, ni un coche pasa por
allí y en todo caso el tráfico se puede trasladar al río con sus góndolas y
diferentes medios de transporte, cada uno de un tamaño y función, hasta hay
barco-taxis. Todas las fachadas pintadas con esos colores tan característicos;
avejentados pero nuevos al mismo tiempo, fachadas limpias, cuidadas. Perderse
es lo mejor que te puede pasar porque así descubres rincones, puentes y plazas
con edificios asombrosos, palacios típicos de allí.
No hay que dejar de hacer una
visita a la terraza del centro comercial de lujo que está pegado al puente
Rialto, es gratis y desde allí las vistas son una maravilla. En nuestro caso el
tiempo de espera fue de 10 minutos, tuvimos suerte, suele ser de mas de 30
minutos y en algunos casos de hora y pico, te dan un papel con la hora estimada
para ir a la terraza, en nuestro caso nos dieron el papel y entramos
directamente a la sala previa a la terraza y en 10 minutos accedimos a estas
vistas:
Respecto a la multitud de
turistas, si es cierto que hay bastantes, pero en ningún caso tuvimos que hacer
cola para entrar a los museos o a la Catedral de San Marcos, fue una maravilla
eso de estar en sitios típicamente turísticos sin casi gente, de hecho dentro
de la cárcel del Palacio Ducal, a la que se accede atravesando por el interior
del puente de los suspiros, en un momento dado me quede solo allí, porque
Blanca prefirió quedarse mas arriba, había unas celdas mas altas, en un piso
superior para presos políticos, como el famoso diplomático y agente secreto Casanova
que fue el único que logró escapar y otras celdas más bajas en un piso inferior
para gente menos pudiente y que iban a morir allí o sí o sí porque el agua fría
en la época de inundaciones inundaba el suelo de sus celdas y con tanta humedad
morían de cualquier enfermedad relacionada con esas condiciones, pues allí que
fui y por momentos me acojone al estar yo solo allí, ni un solo turista, por
aquellos pasillos, con tanto silencio, pensaba se cierra de pronto una puerta
de estas y a ver que hago...así que no me entretuve demasiado por allí, además
no era cuestión de hacer esperar a Blanca, jajaja, evidentemente las celdas no
tenían agua, pues no es época de lluvias e inundaciones, estas llegan a partir
de octubre. Para entrar al Palacio Ducal comprar las entradas en los quioscos que vereis por las zonas turísticas y cuestan 16 euros, tienes tambien derecho a entrar al Museo Correr y dos o tres más, la entrada por internet sale más cara y si solo sacais la entrada del Palacio Ducal, además de tener que hacer una buena cola, cosa que no pasa si ya tienes la entrada, que entras directo, os van a cobrar 19 euros.
Para comer tampoco tuvimos problemas
y sí que cayó pizza en horno de leña, buenos espaguetis a la marinera con
langostinos y almejas de alta calidad y todo a precios muy normales 10-12 euros
el plato. Agua a 2 o 2.5 euros y el refresco o cerveza ya se iba a los 3.5 o 4
euros. Tan solo hay que mirar en Trip Advisor e ir al mejor restaurante de la
zona en la que se esté o simplemente echar un vistazo a los platos que están
sirviendo y si se quiere que tenga horno de leña el restaurante con tan solo
entrar se encuentra. No entrar en restaurantes donde te pidan que entres, si es
un buen restaurante no necesitan rogar a la gente para que entre y tampoco entrar
en restaurantes en los que se vean fotos de la comida en sus cristaleras o
fachada, porque seguro que será comida precalentada.
Los helados estaban en 2.5 o 3
euros, si querías dos bolas, en principio yo los pedía en tarrina y cuando me
di cuenta que con cucurucho lo llenaban más, ya fui a saco a helados con
cucurucho, llegaron a caer 4 en un día, menuda cremosidad, se deshacían y al
mismo tiempo eran muy consistentes, artesanales 100%, con mucho sabor y no
tienen nada que ver con los españoles, nos dan 100000 vueltas a la hora de
hacer helados y encima aquí los artesanales, siendo pocos, casi no saben a
nada, en fin, que no me extraña que me tomara 2 helados o 3 por día y hasta 4
un día, siempre de chocolate o sabor nocilla. El truco para dar con una buena
heladería consiste en ir con Blanca, que tenía un sexto sentido para eso pero
como eso no es posible para vosotros, hay unas curiosas pistas para saber si
está uno ante una buena heladería artesanal: que haya variedad, ver la forma
donde están depositados los helados, que no sea homogénea y también que las
chicas que te atiendan sean guapas, esto no siempre lógicamente es necesario,
pero esta fórmula funcionó siempre que los helados no eran homogéneos en sus
formas y sí se veía que era un heladería 100%, no un restaurante con una
heladería, además ponen a las chicas que te atienden con sus uniformes, bien
vestidas y arregladas, todas igual. Esto funciona también. Es raro, porque si
el helado es bueno no necesita chicas guapas que lo vendan pero se ve que lo
refuerzan con chicas guapas, hay que vender un buen producto y se ve que la
imagen debe quedar también bien, buen marketing. En Venecia os recomiendo Suso,
pero hay bastantes heladerías artesanales buenas y hasta sin que la que te los
sirva sea especialmente guapa, vale con que sea simpática, jajaja y en Verona
os recomiendo Savoia que está muy cerca de la Arena (el coliseo romano) y en
Padua también había buenas heladerías artesanales pero no recuerdo ahora el
nombre, las heladeras simpáticas o guapas también, si no mejor no comprar
helado, jajaja, y es cierto aunque parezca broma, es una garantía. Falta la mitad del helado en esta foto, jajaja.
Además de lo visto antes, esto también
es Venecia:
Tras Venecia estuvimos en Padua
un día y la verdad aunque tiene algunos bonitos palacios y plazas, como nos
llovió no nos quedamos con un recuerdo demasiado grato y más por el contraste
con Venecia.
Esto es Padua:
Como dije, también estuvimos en
Verona, que después de ver Venecia parece poca cosa, pero en realidad es un
sitio fantástico con bonitas plazas, con un buen castillo bien cuidado, con su
arena (coliseo romano) y su teatro romano, además de calles con edificios y
palacios históricos y la célebre casa de Julieta, con su balcón y la estatua de
Julieta en el patio a la que todo el mundo le toca la teta porque da suerte y
supone una especie de promesa de volver a Verona.
Verona es recorrida por el río
Adigio, con lo que queda garantizada la presencia de algunos bonitos puentes.
Esto es Verona:
En resumen; gran viaje,
inolvidable. Estuvimos primero en Venecia 4 días, luego en Padua un día y finalmente
2 días en Verona, así que una maravilla. También estando en Venecia visitamos
las islas de Murano (talleres de fabricación de cristal artesanal, vimos como en 5 minutos hacían un caballo levantado y apoyado sobre sus dos patas traseras), Burano (casas de colores)
y Torcello (Catedral de la Asunción, siglo VII
y la Iglesia de Santa Fosca).
Correr en Venecia fue imposible,
mucho turista para ello, además dormíamos en Mestre, a 10 minutos en tren de
Venecia, en un magnifico hotel que te sale mucho más barato que en Venecia y
evidentemente de mucha mayor calidad; a cambio solo debes pagar 1.25 euros para
desplazarte de Mestre a Venecia en un tren que pasa cada 10 minutos y tarda 10
minutos, así que vale la pena, además pagas menos impuestos de ciudad, que se
encarga de cobrarte cada hotel, por tanto la logística no me permitía tampoco
correr en Venecia, así que aproveché para hacerlo en Verona en el parque de Il
Boschetto, por un circuito de tierra, no muy pesada, tirando a firme, pegado al
río Adigio y rodeado en todo momento por gran cantidad de árboles, lo que sería
correr por un bosque que tiene un carril de tierra pegado a un río, un lujazo; así
que por allí complete 8.28 kms a ritmo de 6:39 por km, en 55 minutos, vamos que
fui disfrutando del paisaje, que era de lo que se trataba. Puro lujo...gran
viaje, para repetir pese a la paliza que supone estar en pie y caminando
bastante desde las 9:30 de la mañana hasta las 9 de la noche, luego pasaba que
dormíamos del tirón, acabábamos cada día reventados. Se hacía de noche a las
7:30, así que también aprovechábamos para dar paseos nocturnos, muy bonito
todo, claro que sí¡¡¡. Que bella Italia¡¡¡¡.
2 comentarios:
Un viaje muy bonito. Una pregunta, ¿y toda esa colección de camisetas de universidades? :)
Me compro una camiseta de esas universitarias casi en cada ciudad a la que voy, me gustan, es una mini colección.
Un abrazo.
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