10.6 KMS DE LOSADA. CARRERA INOLVIDABLE

El pasado sábado 12 de agosto toco correr en Losada. En esta ocasión dado lo lejos que está de León, a más de 100 kms, decidimos ir a dormir Blanca y yo a Molinaseca (pueblo con mucho encanto pegado a Ponferrada) y así llegamos a Molinaseca el sábado, aunque antes pasamos por el embalse de Bárcena para darnos un chapuzón, fue un lujazo porque no había nadie y el agua estaba muy limpia y fresquita, un lujazo. Después comimos en Molinaseca, paseíto por el pueblo, siesta en nuestro hotel, the way y a las 7:10 de la tarde salimos hacia Losada.

A Losada llegamos a las 7:43, dejamos el coche cerca de la salida-meta, que estaban en el mismo sitio y el coche al ser un pueblo pequeño lo deje cerca de allí. Una vez allí me encontré con mi compañero de equipo Luis y su padre, charlamos un rato, tocó foto de equipo.

Y a las 8 en punto salio la carrera, yo me situé literalmente el último para que Blanca me pudiera sacar bien las fotos en la salida. Una vez en marcha, fuí buscando un ritmo que me fuera cómodo, sabía que esta carrera tendría una buena cuesta y varios toboganes previos y no era cuestión de quemarse antes de tiempo. El camino enseguida se hizo de tierra y la polvareda de la gente era molesta pero enseguida que el pelotón se fue estirando, esta desapareció.

 

En los primeros 400 metros se forma un embudo en un camino en el que solo se podía ir de a uno, así que toca ir andando como un minuto hasta que la cosa se despeja y recuperamos ritmo, tras esto tenemos un km con una pendiente media del 5%, así que por desgracia no puedo correr lo que me gustaría, no obstante si que voy adelantando gente. Vamos sobre todo por caminos de tierra que a veces van salpicados de asfalto., donde están los vecinos del pueblo de Losada sentados, pegados a sus casas, viendo el espectáculo y animándonos. Enseguida veo a la liebre de los 55 minutos (Noemí- que seguramente me será de gran ayuda en Santa Marina del Rey), voy un rato como a 30 metros de ella y luego nos saludamos tras alcanzarla y vamos un rato juntos. 

El circuito da dos vueltas por los alrededores del pueblo con lo que pasamos una vez cerca de la salida así que Blanca aprovecha para sacarme alguna de estas fotos,

 

 tras pasar por esa zona de salida, bajamos de nuevo por caminos sobre todo de asfalto durante 800 metros al 3%, estamos ya en el km 2 y pico para volver de nuevo a subir la misma ascensión del 5% durante otro km, aquí adelantamos a José María del Nunca correrás solo, que se le ve bien y le animo, pero hay que dosificar cada uno como pueda, no obstante correríamos un rato con el.

poco después Noemí me dice que siga yo; anteriormente me había invitado a adelantarla pero prefería que ella me marcara el ritmo, sin embargo esta vez me dice que no tiene su día y que siga yo solo y así lo hago. Hay días y días y es raro verla con problemas porque cuando está en forma ronda los 45 minutos pero hoy estaba claro que no tenía el día.

Enseguida llego al km 5 tras esta zona de toboganes, de rompepiernas, aunque yo me noto bien de piernas, fuerte, se va notando el gimnasio. Por delante tocan 3 kms con pendiente máxima del 17% y media del 6%, muy dura la ascensión y eso tras los toboganes de antes que han tenido una buena función de desgaste o de entrar en calor según el estado de forma de cada quien.

Empiezo a subir bien, voy corriendo sin parar y adelanto pronto a un chico y una chica que llevaba un rato viéndolos por delante pero sin acortarles terreno, hasta que en esta zona van cediendo y les adelanto, luego adelanto a otros tantos que ya van andando y de pronto a un km de la cima veo a Saturnino a unos 100 metros y me extraña verlo tan atrás porque yo no estoy tan en forma aún como para tenerlo tan cerca. Poco antes de verlo alcanzo a Mayte, Ruth y Estrella que van medio andando y medio corriendo y las recuerdo de otras carreras que suelen rondar, como Saturnino, los 50 minutos, así que no es que el este muy mal, que seguro que las cuestas, según el me comentó después, le dejaron sin aire, sino que también yo estoy mejor de lo que creía, me veía a un nivel de 55 minutos y resulta que estaré ya a un nivel de 51 minutos y pico.

En esta fase, tras haber dejado atrás al trío de chicas y tener a la vista a Saturnino, ya no puedo más y debo caminar; estoy completamente saturado de llevar 2 kms de subida corriendo sin parar, con lo que alterno caminata con carrera, mientras seguimos subiendo. Esto hace que ya no adelante a nadie más y que a Saturnino lo tenga a unos 80 metros pero sin poder recortarle más, lo tengo siempre a la vista ya que la zona por donde vamos tiene buenas rectas y curvas de vez en cuando y dominando la tierra sobre el asfalto que en la última parte de la subida apareció y luego al principio de la bajada también.

Por fin dejamos de subir y toca bajar, nadie me adelanta y yo tampoco logro llegar a Saturnino que era el que tenía inmediatamente delante, el tío baja a tope, como se nota que se le había atragantado la subida. 

Yo no bajo tan bien porque voy frenándome por miedo a caerme, se me da mal bajar, subiendo voy bastante mejor. Veo como se aleja Saturnino hasta perderlo de vista y también me voy acercando a una chica, al mismo tiempo que Mayte se va acercando a mi, no miro para atrás pero los ánimos de gente que la conoce me hacen darme cuenta que está muy cerca.

Por fin entramos de nuevo en el pueblo que es donde está la meta y ya ahí se puede correr mejor, no es tierra como antes, no hay una bajada tan fuerte como antes y encima estoy fresco porque baje con cuidado y me sirvió la misma para recuperarme.,

 

así que viendo ya cerca a la chica que tengo delante y evitando que Mayte me alcance hago uno de esos locos sprints finales de unos 150 metros y al mismo tiempo que adelanto a la chica logro evitar que Mayte entre antes que yo. No podía estropear tan limpia carrera, donde solo me dediqué a adelantar gente. De hecho no recuerdo una carrera así de limpia, donde no haya sido adelantado en ningún momento, estuvo muy bien, fue muy bonito, como bonitas aunque muy exigentes las zonas que dejamos atrás, caminos de helechos entre otros árboles.

Entro en meta a tope apretando, levanto los brazos, una vez adelantada la chica y luego tras pasar la meta agito los puños en señal de gran alegría, tras haber completado una gran carrera, bastante inesperada. Como se ve en las imágenes tenía ganas de seguir corriendo, jajaja y es que llegue bastante fresco por suerte. Con frecuencia no es necesario ganar carreras para sentirse vencedor, tan solo hay que sentir que se vuelve a correr rápido, a sentirse de nuevo uno ágil tras casi 8 meses sin poder correr en condiciones. Esta fue la carrera de la resurrección. Que maravilla...

Enseguida me felicita Saturnino y luego me encuentro con Blanca y saludo a Ángel con el que charlo un poquillo, después con Saturnino mas charla, por allí me cruzo también con el bueno de Francisco, que no acaba de entender, como muchos de vosotros y es lógico, que me ponga unos objetivos a veces tan lejanos, tan lejos de mi realidad, de mi nivel, pero así soy, un tío peculiar y luego finalmente con Ana, que me sacó algunas de estas buenas fotos (aprovecho para una vez más agradecer a Ana, Ángeles, Fiz y mi querida Blanquilla por las fotos, que le dan vida a todo esto). Mientras charlo con todos ellos veo la clasificación y me como una raja de melón y dos o tres de sandia pues fue una tarde calurosa (30 o 31 grados aunque buena parte de la carrera iba por sombras que daban los árboles, lo cual se agradece; no obstante yo ya estoy hecho al calor y este no me penalizó como en junio, que con 28 grados iba hecho polvo. Una vez adaptado al calor tiro muy bien con él) y estaba la fruta muy rica.

 

La organización muy bien porque nos dieron agua en dos puntos distintos que a mi me sirvieron además para coger algo de aire.

Llegué en el puesto 86 de 131, seguimos avanzando posiciones. En un futuro no muy lejano será raro no verme entre los 40 primeros de cualquier carrera de León y tardé 1h:01:10 en cubrir los 10630 metros que finalmente tenía la prueba, lo cual da un ritmo de 5:45 por km, así que muy bien para tanta cuesta y tobogán. Mi estado de forma va a más.

Tras la carrera a eso de las 9:30 de la noche volvimos Blanca y yo a Molinaseca a cenar y dormir allí, tras un gran día y una gran tarde de carrera. No acabé muy quemado, así que no me costó mucho dormir, la verdad es que no sufrí, las piernas respondieron de maravilla y no me vacié a nivel de cardio, gran carrera. Que lleguen más como esta¡¡¡.

En esta carrera por fin he logrado conectar por momentos, sobretodo cuando en algún momento la carrera era llana o de bajada suave, contados momentos...con mi yo ágil, fluido, suelto, soy otro, no voy torpe, asfixiado, con dificultad, soy otro. Ese que ha rondado estos años atrás los ritmos de 5 min el km o menos y que este año no había forma con tanta lesión de volver a ese nivel, pues bien; ya por fin estoy volviendo a ese nivel y en las próximas dos competiciones de este mes, lo podré constatar con ritmos ya muy próximos a 5 min el km, lo veremos...

Mañana me tocan 8.2 kms aprox, por caminos de tierra y alguna buena cuesta, donde espero correr a 5:15. La siguiente semana en Santa María del Páramo, solo asfalto, buscaré por fin el ritmo que he logrado llevar siempre desde 2014, de 5 min por km pelados y así seguimos avanzando, con ganas, intención y ambición.