A 8 SEMANAS

Ha llegado el momento de retirarme al monasterio budista de Koyasan, el centro religioso más importante en Japón del budismo de la escuela Shingon y es que efectivamente soy un chingón, jajaja. Allí no estaré en contacto con el exterior, estaré recluido en las próximas 8 semanas (ingreso el domingo 9 de junio y estaré hasta el viernes 2 de agosto, que saldré para competir el sábado 3 de agosto en La Robla, en sus míticos 5.7 kms). Es broma, no me voy a Japón pero si que desconecto, me vendrá bien para encontrarme a mí mismo y al corredor que hay en mí.

Agosto será el mes competitivo por excelencia, nada más y nada menos que 5 carreras en ese mes, casi nada…y es que el calor me va, me va, me va, me va. Serán carreras de 6 a 8 kms, aprox, ninguna de 10. Con un perfil, en general, muy favorable para mis características, así que habrá que aprovechar para ir rápido. Asfalto la mayoría y sin grandes cuestas, así que muy bien. Estas serán:

3 de agosto: La Robla, 5760 metros. Mi mejor tiempo y ritmo fue de 26:40 a 4:37 el km en el 2015. Este año espero correr a 4:15 el km, llegando así en mi mejor momento de forma de siempre, solo quedan 8 semanas para ese momento, se puede hacer tanto en 8 semanas…

10 de agosto: Santas Martas, será entre 6-8 kms. Guardo un gran recuerdo de esta carrera en la que en su primera edición, 2014, quedé segundo absoluto, gané así mi primer trofeo. Ahora subir al podio (no hay trofeos, nunca los hubo, por categorías solo a los 3 primeros), es una quimera, se ha corrido la voz y va gente que te hace sin problemas menos de 35 min en 10 kms, así que pintan bastos para subir al podio, pero sí que espero llevar un ritmo de 4:15-4:10 el km y así confirmar ese gran estado de forma que atesoraré.

18 de agosto: Santa Marina del Rey, 8 kms y pico, tengo un mejor ritmo de 4:35 el km, también en el 2015. Tradicionalmente se me ha dado muy bien, así que espero que siga siendo así. Espero correr por debajo de 4 el km y asaltar por fin esa barrera y confirmar que eso que perseguía durante años era posible, romper el sub 4.

24 de agosto: Santa María del Páramo, 5.57 kms, carrera muy sufrida, no sé por qué pero aquí sufro bastante. Para esta carrera tengo un pique con mi amigo David que tiene 39 minutos en 10 kms y al que le he dicho que le daré un hachazo (complicado…pero así me motivo, estaría bien que no me sacara mucha ventaja. Él tiene un ritmo aquí de 3:50 el km y seguro que llega más en forma y mejora ese ritmo, yo espero correr a 3:45-3:50 el km, así que al final espero no perder mucho tiempo con él; un minuto, como mucho, sería todo un lujazo). Mi mejor marca aquí es del 2015 y salieron 25 minutos justos, a 4:29 el km, así que la mejora será bastante sustancial.

31 de agosto: Benavides, es de 8.4 kms, se me da especialmente bien. En el 2015 llegué tarde y la carrera ya había comenzado, así que recorrí 6.4 kms (2 kms menos) a ritmo de 4:23 el km y sin haber tenido un buen día, debería haber bajado de 4:20,  si las piernas hubieran estado bien. Espero correr en esos 3:45-3:50 por km que manejaré, será apoteósico correr tan rápido.

7 de septiembre: Valencia de Don Juan: 10 kms. Aquí tengo mi marca personal en el 2015, de 47:13 con un perfil que presenta un buen tramo de ascensión que te rompe el ritmo, ahí se me fue esa carrera y luego me puse a caminar un rato para luego volver a correr y aun así salió ese 47:13 y es que estaba para correr en 45 min, si hubiera sido en otro circuito más llano, además tenía una zona de tierra y cantos sueltos de varios kms, que provocaba inestabilidad en algunas zancadas. Este año cuento con la experiencia de conocer bien el circuito y poder correr mejor, leer mejor la carrera, así que debería ser capaz de bajar de 40 minutos por fin¡¡¡¡¡¡ en 10 kms, en el mismo circuito en el que tengo mi marca personal y como digo no es el mejor de los circuitos, ni mucho menos, se pierden un par de minutos respecto a un circuito ideal.

Así que tengo 5 competiciones en agosto para coger ritmo y velocidad de cara a ese test de 10 kms de septiembre.

Luego en octubre están los 10 kms de Gijón, donde espero bajar de 38 minutos, ya que bajar de 40 lo habré conseguido ese 7 de septiembre.

Y en noviembre correré los 10 kms de San Sebastián donde espero bajar de 37 minutos, en un circuito rápido y llano. Espero que el viento no rompa esa opción.

Luego en diciembre tendré una San Silvestre para poner la guinda a un año histórico y apoteósico, impresionante será. En esta carrera espero confirmar mi salvaje estado de forma y bajar de 3:40 el km porque no llegará a 6 kms y quizá ni a 5, ya veremos.

Y así espero que transcurra la segunda mitad de este año, que nada tendrá que ver con la primera mitad, en la que me he dedicado a intentar volver.

Por cierto, me he metido en el DeLorean y me he ido a la Robla, al sábado 3 de agosto, 5:55 de la tarde (a solo dos meses vista) y allí me he visto en línea de salida con un excelente cuerpillo, fino, fino, más fino que nunca. No he querido ver más, ni como corría, ni nada, para no tentar a la suerte, pero ese cuerpillo que vi es algo mejor que el que tenía en el 2015, así que pinta que en mi primera cita competitiva del verano la voy a liar bien liada y saldrá seguro una marca de 4:15 el km, con la que despegar hacia un verano y otoño deportivo inolvidable. En el 2015, ya fui capaz de ir a 4:16 el km en los primeros 5 kms de los 10 kms de Gijón, así que no es descabellado hacerlo en La Robla.

Así pues, me voy al monasterio budista de Japón, para recluirme, cargar pilas, cargar mente, cargar piernas y buscar así mi mejor versión. Les he pedido a los monjes unos heladitos y unos batidos de chocolate, bollería, galletas, etc…para tener mi sustento de energía pero me han dicho que nanais, que si lo flipo, que con la tripa llena de esas cosas no se puede meditar, así que, que me vaya olvidando de todo eso y a darle al te, al agua y a productos de la tierra, del mar y del campo no procesados, en fin…no será fácil los primeros días, pero luego seguro que sale todo rodado.

La próxima entrada, será para comentaros como me fue en la carrera del 3 de agosto, es que me han dicho que de internet nada de nada, que no me puedo andar distrayendo, que la meditación requiere toda mi atención.

Nos vemos en 8 semanas donde os contaré como fueron esos 5.7 kms de La Robla. Ya os adelanto que volé. Ir a 4:15 el km, es volar. Seré capaz en 8 semanas de transformar los 5:32 por km actuales, en 4:15 ????, lo veremos, tiempo hay para ello.

Toca hacer magia, convertirme en un mago, hacer lo imposible, posible, pura alquimia. En ello estaré las próximas 8 semanas, en hacer magia, en transformar un cuerpo que solo puede ir a 5:32 por km, en otro que vaya a 4:15 el km, pura magia…

“Si usted puede soñar eso, usted puede hacerlo”. Walt Disney.