Ya estoy aquí de vuelta un poco
antes de lo previsto. Antes de contaros como va mi vida runeril traigo una
historia inspiradora:
La historia de Jesús Olmos podría ser la de cualquier
frutero de España. Se levanta de madrugada para comprar el género en
Mercazaragoza y luego trabaja hasta media tarde en una de sus dos fruterías en
la capital maña. Su jornada laboral, que ronda las 12 horas, no difiere de
la de cualquier autónomo, aunque en su caso debe sacar tiempo y fuerzas para
los entrenamientos. Y es que Jesús Olmos, también conocido como el frutero
runner, compagina su trabajo con una pasión que le está llevando más lejos de
lo que nunca soñó.
Todo empezó el 30 de junio de 2015. Ese día, el de su
vigésimo noveno cumpleaños, su mujer, Sheila, le regaló unas zapatillas de
running para que empezara a correr con ella. Olmos había estado vinculado al
ciclismo como amateur durante 14 temporadas, llegando a ser campeón de Aragón
en ruta, pero tuvo que colgar la bici cuando asumió la gestión de las dos
fruterías familiares. Tres años después, había engordado casi 20 kilos.
"Necesitaba hacer deporte, pero nada me
motivaba y en el gimnasio me aburría. Mi mujer me veía perdido en el mundo y
por eso me regaló esas zapatillas, aunque luego tardé un mes y medio en
ponérmelas y lo hice porque me amenazó con venderlas en Wallapop si no las
estrenaba. Ese primer día tuve que parar dos veces, porque no podía seguir su
ritmo", rememora Jesús con una leve risa socarrona.
En su primer 10K, con apenas tres semanas de
entrenamientos, hizo 37:46, una marca que rebajó en tres minutos un mes después
en el 10K del Maratón de Zaragoza. "Acabé tercero muy cerca del segundo, y
eso hizo que empezara a tomarme en serio esto de correr. Ya en diciembre, en
la Carrera de las Empresas ESIC, llegó mi primera victoria, pero me salió muy
cara porque sufrí una lesión que me tuvo cinco meses parado". Desde
entonces, su progresión ha sido continua, sobre todo desde que se pusiera en
manos de José Luis Mareca, el gurú del fondo aragonés, hace ya casi dos años.
Los 29.29 del 10K Villa de Laredo anunciaron que iba por el buen camino, pero
la confirmación definitiva llegó el pasado 8 de junio, cuando se proclamó
campeón de España absoluto de la distancia en Tudela (Navarra).
"Aún no me lo creo. Estoy en una nube. Todavía
recuerdo el primer día que trabajé con Mareca, sin miedo y con la ilusión de un
niño. Me dijo que corriese con el grupo de Toni Abadía y Carlos Mayo, que
eran mis ídolos, y tuve las mismas mariposas en la tripa que sientes cuando
conoces a una chica especial. La verdad es que formamos un grupo perfecto.
Termino más desecho en los entrenamientos que en las carreras, y de hecho creo
que progreso porque muero entrenando. Y es que trabajar con atletas de ese
nivel es muy motivante", asegura el campeón de España de 10K.
Curiosamente, otro de sus compañeros de entrenamiento
es el riojano Camilo Santiago, un atleta que también descubrió el running a una
edad tardía y que el año pasado se proclamó subcampeón de Europa de maratón
como integrante del equipo español. "Camilo es un buen amigo y el
espejo en el que me miro. Me dice que soy un cabrito porque progreso más rápido
que él", confiesa Olmos, que en las últimas dos semanas ha recibido
infinidad de felicitaciones. "'Madre mía, que mi frutero es campeón de
España', me decía el otro día una clienta de toda la vida, de ésas que me
conocen desde que llevaba pañales".
Cinco horas de sueño al día
Hasta aquí la parte bonita de una historia que también
tiene su lado amargo, porque Olmos, pese a sus recientes éxitos, sigue siendo
un atleta amateur en materia de patrocinios y ayudas económicas. "El
correr me cuesta dinero y tengo que tirar de mis ahorros. No tengo mánager ni
cobro un duro de mi equipo (Añares Rioja), que al menos me facilita un fisio y
un nutricionista, pero la ropa y el calzado me los pago yo. Por no pagar, no me
pagan ni la gasolina de los viajes. Este año quería correr mi primer maratón
en Valencia, pero sin ninguna ayuda es muy complicado preparar bien una carrera
así. Duermo cinco horas diarias y a veces no puedo ni echarme una siesta
antes del entrenamiento, así que vuelvo a casa a rastras".
El frutero runner pone como ejemplo lo sucedido el
pasado lunes 10 de junio, cuando se metió una paliza de 16 horas en su trabajo
tras el fin de semana atlético más exigente de su vida. Y es que, después de
ganar el Campeonato en Tudela el sábado por la noche, tuvo que coger el coche
para regresar a Zaragoza. "Llegué a la una de la mañana y a las 6.30 ya
estaba de nuevo en pie porque a las 9.30 debía correr la CaixaBank 10k Zaragoza
para hacer de liebre de Carlos Mayo, que quería batir el récord de la prueba.
Menos mal que la bicicleta me ha dado mucho motor..."
EL GRAN SUEÑO DE SER OLÍMPICO
Jesús Olmos confiesa que su gran sueño es ser olímpico.
"Si logro ir a unos Juegos, ya me podría morir tranquilo. Un día, hablando
con Toni (Abadía) y Camilo (Santiago), me dijeron que tuviera cuidado con lo
que soñaba, porque después se cumple, y la verdad es que todo lo que he deseado
en el atletismo se ha ido cumpliendo". El 'frutero runner' debutará el año
que viene en el maratón, aunque no sabe si en Sevilla o Valencia.
Y
esta ha sido la historia.
Este
chico lleva corriendo apenas desde el 2015, yo desde el 2006 y ya baja
claramente de 30 minutos, creo que sería de justicia que yo que llevo casi 10 años más
corriendo y entrenando, fuera capaz de bajar de 40 minutos este mismo año, por
ejemplo, así que espero que me sirva esta historia de inspiración para por fin
conseguirlo. Que sí, que el está bien dotado para correr y yo parece que no tan, tan, tan bien,
pero vamos, creo que enfocado podría ser capaz de bajar de 40 minutos. Así que
tomo nota y a por mi sub 40 este mismo año. Tengo dos claras oportunidades, una
en octubre en Gijón y otra en noviembre en San Sebastián, espero aprovechar
alguna de las dos o las dos.
Respecto
a mi día a día, quiero destacar un buen entrenamiento que hice de 3 kms a nivel
del mar el 14 de junio y que salió a ritmo de 5:22 el km, supone el ritmo más
rápido realizado desde que nació la peque o lo que es lo mismo en más de un
año, poco a poco nos vamos encontrando de nuevo, fue un día realmente mágico.
Ahora
mismo llevo sin entrenar desde el 17 de junio para cuidar rodillas mientras
pierdo peso, por estar con un resfriado y por molestias en una uña del pie, pero hasta que no pierda algunos kilos
ya no entrenaré más. Respecto al peso he ganado medio kilo y estoy en 90.1
kilos, muy lejos de los 68 que me permitirán rendir a un gran nivel. (tengo encima 20 kilos más, como Jesús cuando pensó en dedicarse a correr y también como él, seré capaz de hacer en algún momento esos 37:45 que hizo él, con una clara desventaja, por mi parte, de la edad) Sigo con
problemas para deshacerme del chocolate, bollería, galletas, etc…que me lastra
como siempre y desde siempre, pero al mismo tiempo sigo luchando por encontrar
la forma de ganar esa batalla.
Quedan
6 semanas para comenzar ese periplo de competiciones en agosto y al haber
pasado ya dos semanas y no haber perdido nada de peso, más bien habiéndolo ganado,
es evidente que ya no se cumplirán mis predicciones, fantásticas y
maravillosas. Vamos a empezar mañana, será mi día uno, como el de Bolt, para
buscar cada día un mejor estado de forma que pasa por ir perdiendo peso. Los
entrenamientos los voy a retomar el 19 de julio y así acumular 5 o 6 días de
entrenamiento antes de la competición del 3 de agosto. Confío en ser capaz de
correr por debajo de 5 el km para ese 3 de agosto, veremos a ver que sale, pero
estaría muy bien, de lujo. Ser capaz de bajar de 5 el km, me permitiría sentirme de nuevo
rápido, de nuevo feliz corriendo, vamos a ver si sale, vamos a ver que sale.
Dentro
de 4 semanas os cuento cómo va la cosa. El verano sigue prometiendo…voy a pasarmelo bien.