Hoy me suena el despertador a las
8:35, con tiempo de sobra para prepararme de cara a la carrera que a las 11
comenzara en Armunia (León), aquí al lado, a 5-10 minutos de casa en coche, en
el Colegio Peñacorada. Recorrido y carrera que ya conozco desde el 2012 y donde
en esa única participación me fue bastante bien al cumplir e incluso superar
ampliamente mis expectativas.
Me despierto a la hora que marca
la alarma, me asomo por la ventana y las hojas amarillentas de las copas de los
árboles que tengo en frente se mueven con cierta mala leche, mas que moverse se
agitan, no con demasiada violencia pero si con mas fuerza de la deseada por mi
y es que se anunciaban rachas de 36 km/ hora y 18 de media, a lo que según las
previsiones se añadirían ligeras lluvias. A las 8:35 el termómetro exterior de
casa marca 7.9 grados, así que al menos mucho frío no hacia, pero esos árboles moviéndose
no me inspiraban confianza, el día pintaba muy desapacible.
Con este panorama hay una voz
interior que me dice que debo ir a correr y otra que no, me lo voy pensando
acostado de nuevo en la cama y al final decido no ir, me duermo de nuevo
placidamente. A las 10:35 despierto sin alarmas, sin más y pienso que aun pegándome
un baño de stress y sprint por partes iguales podría llegar a la salida pero de
nuevo declino la invitación de la débil voz interior que se inclinaba por el
si. El NO ha ganado y es definitivo, hoy no competiré. Siempre estuve
convencido de que correría hasta este mañana a las 8:35 que fue cuando eche un
vistazo al día que hacia y el día respondió a mi mirada mostrándose
completamente desapacible, esa justo fue la gota que colmo el vaso para que la
balanza se inclinara hacia el no.
Sigue siendo el 23 de agosto la última
vez que competí y que me dejo esa sensación tan curiosa y extraña a la par que fantástica
y maravillosa de quedar segundo en una carrera. Ya han pasado casi tres meses,
no es ni mucho ni poco, es lo que es, es lo que hay.
Me levanto a las 10:50 miro por
la ventana y el viento es mas disimulado y tenue que dos horas antes, estar
esta pero no molesta. El termómetro exterior marca 8.5 grados, abro la ventana
saco la mano y no llueve y si llueve es un chispeo apenas perceptible, que por
supuesto esta muy lejos de calar. La tenue brisa y la temperatura exterior me
llenan y me transportan automáticamente a la calle y me veo ahí abajo corriendo
muy rápido con las voladoras a 5:15 o mas rápido incluso, ya si que es tarde,
pero esas sensaciones que me transmite ese momento en contacto directo con el
exterior, son suficientes para saber que hoy me habría salido una muy buena
carrera, acorde a mis expectativas e incluso superándolas.
El jueves pasado me esforcé
demasiado y eso creo que me lastro y no me permitió tener confianza en que hoy podría
correr mucho y antes de asomar la mano por la ventana e incluso la noche antes,
las sensaciones corporales no eran buenas, no me sentía del todo bien, tenia
como gases en el pecho, ligeras molestias, es raro pero ese esfuerzo del jueves
ahí seguía o eso creo, a lo que se sumo una mala alimentación ayer por la
noche, anteayer, en las comidas y en los desayunos y todo eso no ayuda.
El viernes nos entregaron un
nuevo coche, recién matriculado el mismo viernes. Paso así de tener un opel
corsa 2001 a
un Opel astra berlina 2014. El tamaño y las dimensiones cambian. Así que ahora
para salir por el garaje que es en curva y tirando a estrecha, manda webs...mi
mujer me tiene que indicar para no andar golpeando las paredes y así será hasta
que le coja el truquillo y el tranquillo a las dimensiones del nuevo coche, además
es mas alto, me siento raro en el pero a todo hay que acostumbrarse. Este hecho
de depender un poco de mi mujer que me ayuda en las maniobras de entrada y
salida del garaje junto con la inseguridad de donde dejar el coche, pues los
aledaños del lugar donde se celebra la carrera están cortados y fuera de ahí o
dejas el coche lejos o puede estar complicada la cosa para aparcar mas mi manía
de que aparque alguien al lado y lo pueda rallar por accidente, fue
determinante y tuvo el mayor peso a la hora de decidir finalmente no correr,
aunque si mis sensaciones hubieran sido buenas, si mi alimentación los días
previos también y el tiempo fuera hasta algo mejor, seguramente habría
finalmente corrido, pero si todo esta algo en contra y encima lo del coche suma
para ponerse en contra pues mas claro agua, no siempre se puede competir cuando
uno lo tiene programado.
Como dato curioso; es la primera
vez en casi 60 veces que he competido que no lo hago por temas no relacionados
ni con la logística ni con la salud, así que el saco de otros con esta renuncia
queda estrenado, esperemos tardar otras 60 carreras o 100 o 1000 mas para
renunciar porque se junten varios temas no relacionados directamente con la salud,
aunque algo de salud también había en esta decisión de no participar aunque no
tenia un peso grande y solo sumo como un punto mas a tener en cuenta.
Al final la carrera se disputo
con una lluvia muy fina y muy intermitente que apenas se notaba y casi ni
mojaba y con poco viento que no supondría un lastre para las marcas finales y
lo digo no porque estuviera allí, sino por el tiempo que hizo a las 11 de la
mañana que comenzaba la carrera y de mi casa al lugar de la carrera no hay ni 5
kms con lo que el tiempo no seria muy distinto a lo que vi y percibí desde mi
ventana.
Mi peso actual es de 86 kilos,
vamos a bajarlo, hay que volver a los 80 desde mañana mismo, a ver si llego a
ellos o me quedo muy cerca antes de que termine este mes, es decir en 2 semanas.
Finalmente me habría gustado
correr hoy, competir hoy, saber a que nivel estoy realmente pero no queda ya mucho para probarme y esa
prueba espero que compense el no haber podido mostrar el 5:15 o menos que
seguro ya valgo.
Estoy de nuevo en una buena dinámica
que es lo importante y la suma de semanas me volverá a llevar al nivel que tuve
este verano, hace tan solo 3 meses. Este mismo año volveré a ese nivel, no hay
que esperar al que viene, este 2014 aun puedo mejorar marcas personales y lo
hare, claro que lo hare.
Mi instinto o sexto sentido me invito a no correr hoy y
justo es ese mismo instinto o sexto sentido el que me susurra que lo mejor esta
por llegar y que llegara, también lo podemos llamar destino.
Esta ha sido la crónica de una carrera no corrida, nos
veremos en la siguiente, no pasa nada.
5 comentarios:
Buenas Rafa; yo suelo escuchar bastante a mi voz interior. Tengo una teoría parecida a la de "El Alquimista" cuando el protagonista tenía malestar y ese día no andaba con las ovejas y resulta que se estaba librando de que lo atracasen más adelante en el camino. A veces cuando me viene ese "palpito" me gusta hacerle caso.
Vamooooosss
Sin duda lo mejor esta por llegar. Saludos.
Rafa, no pasa nada. No siempre el cuerpo está preparado para correr y con estos días lluviosos y fríos que hace en estos meses, muchas veces hay que ser prácticamente un valiente para salir a correr con este tiempo, así que a seguir entrenando y a empezar bajar de peso. Un abrazo (en mi caso tengo carrera este domingo de 11,5 Km pero como esté diluviando no se yo si todavía correré, así que igual no eres el único al que se le puedan pegar las sábanas un día frío de Otoño)
Ánimo Rafa, al cuerpo hay veces que hay hacerle caso, y aunque no siempre, esta si parecía que era una de ellas.
Sigue empujando y cumpliendo! los éxitos están por llegar
Buenas Jose¡¡¡, el alquimista...gran libro.No perdemos nada si le hacemos caso y si no estamos corriendo el riesgo de perder algo, absurdo arriesgar,yo no arriesgue e hice bien.
UN abrazo y a ver si voy, que ya me vale...manda webs...
Eso espero Tomas, que Dios te oigaaaaaa.
Un abrazo.
El frio no me detuvo Jose, fue mas bien una mala sensacion corporal, de no estar bien recuperado de las series del jueves e inseguridad de donde dejar mi coche nuevo.Ya me contaras si al final corriste o no.
Un abrazo.
HIce bien Aaron en escuchar a mi cuerpo, el jueves me pase.A ver si empiezo a empujar y a cumplir,que me veo mal y voy fatal.
Un abrazo.
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